Dice la canción que da nombre a su último LP, Cinema. Y es cierto que tiene todas las condiciones para lograrlo. Bhavi es uno de los representantes más importantes del trap argentino, pero además se anima a abordar otros escenarios: desde la pintura hasta las criptomonedas.

<a href="https://www.instagram.com/bhaviboi/">Bhavi </a>es tan belga como las papas fritas, Martin Margiela y Las aventuras de Tint&iacute;n, y a la vez, tan argentino como la birome, el chorip&aacute;n y Maradona. Su esencia se mueve entre la de un pa&iacute;s y la del otro, y se construy&oacute; a s&iacute; mismo como un artista migrante que lleva en el pasaporte europeo el nombre del rey de los dioses de la mitolog&iacute;a hinduista.

Hijo de un belga vendedor de robots para &oacute;pticas y una argentina, Indra Buchmann naci&oacute; en Uccle, B&eacute;lgica y vivi&oacute; hasta los siete a&ntilde;os en Amberes. Luego estuvo cuatro a&ntilde;os en Uruguay, debido al trabajo de su padre y, de ah&iacute; en m&aacute;s, con sus padres ya separados, su vida continu&oacute; entre las costas de Amberes y Mar del Plata. Fue tambi&eacute;n en los intervalos entre desplazarse de un continente a otro, que Bhavi empez&oacute; a interesarse por la m&uacute;sica y la pl&aacute;stica. &ldquo;Desde chico dibujaba un mont&oacute;n de historietas, pero el paso por la academia de artes pl&aacute;sticas me dej&oacute; recuadrado. Solo pod&iacute;a hacer caras. Luego, de a poco, me fui destrabando gracias a la pintura abstracta, entonces combin&eacute; ambas para crear mi propio estilo&rdquo;, dice el artista multifac&eacute;tico quien ahora est&aacute; preparando su primera exposici&oacute;n de criptoarte, Gran 32 (por el prefijo de B&eacute;lgica), una serie de 32 obras de pintura para vender online a trav&eacute;s de Tokens No Fungibles (TNF).

Con los ahorros de varios cumplea&ntilde;os, a los 17 se arm&oacute; de un micr&oacute;fono, una placa de sonido y un teclado Casio de dos octavas con los que produjo sus primeros discos. &ldquo;The Waking Up&rdquo; fue su despertar musical. Burn To Inspire, su segundo &aacute;lbum, lleva ese nombre porque lo edit&oacute; justo despu&eacute;s de que su computadora recalentara, se prendiera fuego e incendiara la casa paterna en B&eacute;lgica. &ldquo;Perd&iacute; todos los equipos y una data incre&iacute;ble. Fue justo un d&iacute;a antes de volverme para Buenos Aires; en el aeropuerto me compr&eacute; una compu y tuve que empezar de cero&rdquo;, dice Bhavi desde una de las mesas de Il Ballo del Mattone, un mediod&iacute;a de abril, mientras toma t&eacute; rojo y almuerza pasta.&nbsp;

A diferencia de los trappers de su generaci&oacute;n, este rubio platinado de ojos cristalinos no salt&oacute; a la fama desde ninguna plaza ni conoc&iacute;a a nadie en el entorno de los freestylers. Sus primeros pasos los hizo en B&eacute;lgica con &aacute;lbumes independientes y rapeados en ingl&eacute;s que subi&oacute; a la plataforma Soundcloud. Adem&aacute;s, trabajaba como ingeniero de sonido para Sony y colaboraba con artistas locales como Dvtch Norris y Coely. Cuando el trap empez&oacute; a explotar en Argentina, el DJ Bad Boy Orange lo conect&oacute; con los productores Halpe y Omar Varela, con quienes grab&oacute; &ldquo;Mojaa&rdquo;, su primer tema con Duki a principios de 2018. As&iacute; cada vez m&aacute;s su argentinidad en sangre lo fue trayendo para el sur.

Despu&eacute;s de dos a&ntilde;os de reconocimiento local y colaboraciones con todos sus colegas, shows en vivo en el Gran Rex, Lollapalooza y giras por boliches del pa&iacute;s, Bhavi sale a la carga con su primer &aacute;lbum de estudio, Cinema, que funciona como secuela de su EP Butakas. Un &aacute;lbum inyectado de las voces m&aacute;s relevantes del g&eacute;nero urbano como los internacionales Pi&rsquo;erre Bourne y GoldLink y los locales Cazzu, Ysy A, Neo Pistea, Louta y Ca7riel, para nombrar algunos. En un recorrido conceptual de 17 canciones producidas por Halpe, su productor y mano derecha, Bhavi rompe los esquemas, teje beats y baladas con interludios y sonidos de cine de terror tipo clase B&nbsp;y hasta samplea a &ldquo;Ferm&iacute;n&rdquo;, de Almendra, en &ldquo;Piel de Gallina&rdquo;.&nbsp;

&iquest;Por qu&eacute; tantas colaboraciones en el &uacute;ltimo disco?&nbsp;

Soy alguien que comparte su m&uacute;sica con otros. Me gusta hacer las canciones completas y presentarlas a otros artistas que me tienen confianza, para que formen parte y agregarle una salsita diferente. Despu&eacute;s, a los otros que no conoc&iacute;a personalmente, pero que sigo hace mil, como Pi&rsquo;erre Bourne o GoldLink, los contact&eacute; por Instagram y se coparon. Arm&eacute; m&aacute;s o menos 60 temas para este disco. De ah&iacute; quedaron la mitad y 17 salieron en Cinema. Los otros 13 se van a escuchar en el pr&oacute;ximo, que ya est&aacute; casi listo y tambi&eacute;n tiene unos featurings relocos.&nbsp;&nbsp;&nbsp;

En Cinema habl&aacute;s de &ldquo;no comerse la peli&rdquo;. &iquest;C&oacute;mo hac&eacute;s vos para mantener el ego a raya?&nbsp;

En Cinema hablo de comerse la peli, pero que la peli no te coma a vos. Cualquier artista que haga algo con mucha pasi&oacute;n, con una b&uacute;squeda propia, tiene ego. El tema es usarlo de una manera piola para hacer lo que vos quieras. Creo que los artistas somos gente muy sensible, pero est&aacute;s muy expuesto m&aacute;s all&aacute; del reconocimiento externo. En mi caso, tengo una buena mam&aacute;, una persona muy sabia que me baja a tierra y me educ&oacute; bien para no convertirme en alguien que trata a la gente despectivamente.

&iquest;C&oacute;mo te iniciaste en el mundo cripto?&nbsp;

Me met&iacute; al mundo de las criptomonedas hace un poco m&aacute;s de un a&ntilde;o y despu&eacute;s de investigar bastante compr&eacute; Litecoin. No tiene mucha ciencia en verdad. Es investigar y estudiar un poco el mercado, entender los proyectos e invertir la plata en algo que est&aacute; en movimiento en vez de dejarla quieta. Entonces, con el arte decid&iacute; hacer lo mismo. Antes de la cuarentena ten&iacute;a pensado hacer una gira por distintos pa&iacute;ses mostrando la obra que estoy preparando, &ldquo;Gran 32&rdquo; y ahora, gracias a la recomendaci&oacute;n del artista Federico Bona, voy a vender los originales a quienes compren el c&oacute;digo TNF.&nbsp;

Se te escucha con una s&oacute;lida cultura financiera&hellip;

No tuve buena educaci&oacute;n financiera, la verdad, pero empec&eacute; a hacer plata a los 20 a&ntilde;os y tuve que aprender r&aacute;pido. Tambi&eacute;n tuve mi &eacute;poca de gastar, derrochar y me di cuenta de que no va. Ahora soy disciplinado.&nbsp;

&iquest;Y de qu&eacute; se trata tu otro proyecto, UIUIUI?

Es algo que digo desde chico cuando me mandaba alguna, como pintar las paredes de la casa con crayones, y empez&oacute; a aparecer en mis canciones como un latiguillo. Ahora se transform&oacute; en una marca propia, con remeras con estampas de mi arte, cadenas, una c&aacute;psula de anteojos y dos l&iacute;neas nuevas de las que todav&iacute;a no puedo decir mucho m&aacute;s pero que vienen del palo de las bebidas y la cosm&eacute;tica.

Junto con Coscu (el streamer) y otros referentes del trap est&aacute;n modificando la manera en la que hablan los adolescentes. &iquest;Sos consciente de eso?&nbsp;

Cuando escucho a alguien decir que algo est&aacute; &ldquo;Idiiii&rdquo; (N. de A.: estar ido, que algo sea incre&iacute;ble) o &ldquo;dorodou&rdquo; me causa gracia, pero tambi&eacute;n me doy cuenta del impacto generacional. Creo que es algo que siempre pas&oacute; con las distintas camadas de j&oacute;venes Mucha gente adopta esas nuevas formas y otros eligen quedarse afuera. A m&iacute; me encanta que suceda, porque refleja la manera nuestra de hablar.&nbsp;&nbsp;

“Destinado a hacerme rico”

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