Tienda Bristol tiene objetos de decoraci&oacute;n, muebles y obras de arte; una curadur&iacute;a exquisita y un coraz&oacute;n grande que late en seis escuelas rurales.

Durante a&ntilde;os, Mara Pomar trabaj&oacute; como arquitecta, mientras se dedicaba a estudiar sobre antig&uuml;edades, historia del arte, pintura y&nbsp;dibujo. A la par, ayudaba a seis escuelas rurales de la provincia de Misiones. Un d&iacute;a encontr&oacute; c&oacute;mo unir esos universos. Estaba cargando su auto con muebles y objetos que ten&iacute;a en su casa para venderlos en un remate, cuando pens&oacute;: &ldquo;No llevo nada, me pongo un negocio&rdquo;. As&iacute; fue que en 2014 naci&oacute; Tienda Bristol, que destina las ganancias a su tarea social. &ldquo;Era una buena manera de que algo superfluo se volviera &uacute;til&rdquo;.&nbsp;
Abri&oacute; un local en el Bajo Belgrano y luego se mud&oacute; a Recoleta. &ldquo;El nombre se me apareci&oacute; enseguida. Buscaba que fuese en ingl&eacute;s pero f&aacute;cil de pronunciar y que remitiese a algo, en este caso a la Bristol de Mar del Plata y a la ciudad inglesa&rdquo;. Hay objetos &uacute;nicos y unos pocos con reposici&oacute;n, como juegos de tazas que obtiene en remates, de importadores y por consignaciones; tambi&eacute;n obras de artistas consagrados y nuevos. &ldquo;La idea es que tengan salida, que no sean cosas que no se puedan vender porque son caras&rdquo;.&nbsp;

&ldquo;Era una buena manera de que algo superfluo se volviera &uacute;til&rdquo;.&nbsp;

El espacio cuenta con tres plantas. All&iacute; conviven armoniosamente cuadros, l&aacute;mparas, vajilla, biombos, sillones, mesas y piezas de arte, como si fuesen parte de una misma colecci&oacute;n.&nbsp;La disposici&oacute;n la realiza el dise&ntilde;ador formose&ntilde;o Mauro Pesoa, quien est&aacute; a cargo de la tienda. El y Mara se conocieron en un evento de la organizaci&oacute;n Distrito Arenales, que lo hab&iacute;a convocado para hacer una vidriera para el local, y luego continuaron en contacto. &ldquo;El iba y ven&iacute;a desde Formosa. Cuando estaba de visita, nos ayudaba a ordenar. Hasta que hace dos a&ntilde;os decidi&oacute; venirse a vivir a Buenos Aires y trabajar ac&aacute;&hellip; &iexcl;No lo dejamos ir a otro lado!&rdquo;.
Todas las ganancias de la tienda se destinan a las seis escuelas rurales de Misiones con las que colabora. &ldquo;A principio de a&ntilde;o, mando &uacute;tiles y comida; despu&eacute;s ropa; y en la segunda mitad, un refuerzo con lo que haga falta&rdquo;. Tambi&eacute;n se otorgan becas a alumnos para que puedan continuar con sus estudios. Realizan adem&aacute;s talleres de alfabetizaci&oacute;n y de oficios con salida laboral para ni&ntilde;os y padres. &ldquo;Uno de los chicos que asisti&oacute; al curso de corte y confecci&oacute;n empez&oacute; a fabricar camisas y ya tiene un emprendimiento que funciona muy bien&rdquo;.&nbsp;
Sus d&iacute;as se dividen entre la tienda y el trabajo con las escuelas, con las que mantiene un contacto continuo a trav&eacute;s de los maestros y los padres. &ldquo;Antes de la pandemia viajaba una o dos veces por a&ntilde;o. No soy un fantasma. Para ellos es importante que vayas; te agradecen permanentemente. Los directores nos dedican palabras tan sentidas que te hacen llorar. Es emocionante&rdquo;.&nbsp;
Fotograf&iacute;as: Germ&aacute;n Romani.&nbsp;

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