El dise&ntilde;o colaborativo latinoamericano se cuenta de sur a norte y de norte a sur. &iquest;Es posible unir al pa&iacute;s m&aacute;s boreal con el m&aacute;s austral de Am&eacute;rica latina? Eso se propuso el programa de residencias Visi&oacute;n y tradici&oacute;n enmarcado en la Design Week M&eacute;xico con Argentina como pa&iacute;s invitado en su edici&oacute;n 2025.

La colaboraci&oacute;n entre Argentina y M&eacute;xico se present&oacute;&nbsp; como una oportunidad para explorar un di&aacute;logo creativo. Al integrar la maestr&iacute;a artesanal mexicana con la visi&oacute;n conceptual y funcional del dise&ntilde;o argentino. Si bien en la convocatoria inicial se explicaba que la residencia se iba a llevar adelante en Guanajuato finalmente fueron Dzoyaxch&eacute; e Izamal en el estado de Yucat&aacute;n y San Mart&iacute;n Tilcajete y San Mateo Sosola en el estado de Oaxaca las 4 ciudades mexicanas que se convirtieron en talleres a cielo abierto para el desarrollo de los proyectos. Durante una semana sus calles, patios, campos y talleres fueron habitados por los 4 estudios argentinos seleccionados por la Secretar&iacute;a de Cultura de la Naci&oacute;n y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.&nbsp;
De un total de 50 proyectos inscriptos resultaron elegidos los estudios de Gonzalo Arbutti, Badii.raban, Sur del Cruz y Martina Cassiau que fueron seleccionados por comit&eacute; compuesto por Mar&iacute;a Boggiano, coordinadora del sector Dise&ntilde;o de Mercado de Industrias Culturales Argentinas (MICA), Roxana Amarilla, coordinadora del Mercado de Artesan&iacute;as Argentinas y por la recientemente fallecida Teresa Anchorena por el Fondo Nacional de las Artes (FNA).&nbsp;
Para introducirnos en las variables y ejes que se tuvieron en consideraci&oacute;n en la&nbsp; selecci&oacute;n conversamos con sus curadoras. Roxana Amarilla nos cuenta: &ldquo;Se puso foco sobre la capacidad argentina de desarrollar objetos de factura artesanal. La capacidad de crear con otros creadores cuyo dominio de las materialidades y las t&eacute;cnicas es superlativo es muy interesante como potencial&rdquo;.
Por su parte Mar&iacute;a Boggiano la representante de MICA nos dice:&nbsp;&ldquo;Se trata de un proyecto de bastante exigencia , acotado tiempo, por lo que exig&iacute;a que los participantes tuvieran la capacidad o la experiencia de sumergirse en un universo cultural, que no les es propio y poder llegar a encontrar un lenguaje com&uacute;n que fuese desde el respeto y aprendizaje mutuo. Consideramos la solidez en su trayectoria, dentro del dise&ntilde;o contempor&aacute;neo desde nuestro &aacute;mbito de pertenencia. Era importante que tuvieran por un lado una pr&aacute;ctica con la materia y por otro lado que pudiera haber una reflexi&oacute;n y conceptualizaci&oacute;n. El tercer eje de evaluaci&oacute;n tuvo que ver con la innovaci&oacute;n con materiales y oficios, esto entendido como la capacidad de entender la expresividad de esos materiales&rdquo;.&nbsp;
Los proyectos&nbsp;
Los 4 proyectos llevaron adelante su experiencia en diferentes ciudades en las que fueron recibidos por los artesanos mexicanos seleccionados por el programa. El Desaf&iacute;o consisti&oacute; en desarrollar un objeto/producto de escala considerable en un per&iacute;odo de tiempo reducido y vali&eacute;ndose del trabajo mancomunado entre dise&ntilde;adores y artesanos.
BADII-RABAN estudio integrado por Delfina Raban y Gast&oacute;n Badii llev&oacute; adelante su residencia en Dzoyaxch&eacute; (Yucat&aacute;n) en colaboraci&oacute;n con Abraham Tzab. En relaci&oacute;n a los desaf&iacute;os de la residencia Defina cuenta:&nbsp; &ldquo;El primer desaf&iacute;o fu&eacute; que nuestro artesano trabaja el bloque de piedra, nosotros trabajamos con placa y eso es muy distinto, porque lo que vos pensas desde una placa es un proceso y el bloque tiene otro completamente distinto. Tratamos de no desesperarnos tratando de entender eso, sobre todo porque ten&iacute;amos un maestro al lado que fue muy amable y de una horizontalidad incre&iacute;ble, gracias a eso pudimos despu&eacute;s desarrollar el dise&ntilde;o&rdquo;. &ldquo;Otra cuesti&oacute;n muy importante es la escala del taller. Nosotros trabajamos en una marmoler&iacute;a que tiene 600 m2 con un puente gr&uacute;a y con una cortadora gigante. Cuando llegamos a lo de Abraham vimos que &eacute;l trabaja en el jard&iacute;n de su casa con herramientas manuales, esta diferencia de escala nos invita a pensar el alcance de nuestro dise&ntilde;o a esas herramientas, s&iacute; son viables o no las cosas que est&aacute;s pensando. Abraham fu&eacute; una persona muy inteligente en plantear los l&iacute;mites a medida que nosotros &iacute;bamos dise&ntilde;ando, gui&aacute;ndonos en eso&rdquo;.&nbsp;
En el marco de la residencia Visi&oacute;n y Tradici&oacute;n desarrollaron Ofrendario. Una composici&oacute;n funcional para el habitar compuesta por un c&iacute;rculo ritual acompa&ntilde;ado de dos unidades de descanso, todas realizadas en piedra natural, espec&iacute;ficamente en Crema Maya y Ticul. Sobre el devenir de la experiencia en m&eacute;xico que los llev&oacute; a ese resultado Delfina y Gast&oacute;n nos cuentan:&nbsp;
&ldquo;La crema maya es la piedra que se utiliz&oacute; para las pir&aacute;mides de Uxmal. Eso nos interes&oacute; mucho por el car&aacute;cter legendario de la piedra y enseguida conectamos con esa materia prima y con los vol&uacute;menes de las pir&aacute;mides y comenzamos a bocetar. Compartir con la familia de Abraham nos permiti&oacute; ver que en la mayor&iacute;a de las casas mexicanas hay un espacio de ofrenda como una especie de altar de agradecimiento que est&aacute; cerca de la puerta de acceso a la casa. Por lo cual trabajamos sobre una mesa ritual. Gracias a esos cruces llegamos al producto final&rdquo;.&nbsp;
Gonzalo Arbutti llev&oacute; adelante su residencia en San Mart&iacute;n Tilcajete (Oaxaca) en colaboraci&oacute;n con&nbsp; Gaspar Calvo y Nayeli Cruz (Taller Casa Cruz &ndash; Tierra de Alebrijes). Gonzalo es escultor y dise&ntilde;ador. A pesar de no ser muy amigo de los tr&aacute;mites de inscripci&oacute;n, recibi&oacute; buenas referencias del programa y decidi&oacute; anotarse.&nbsp;&ldquo;Por suerte fue todo muy r&aacute;pido, yo trabaj&eacute; con artesanos de alebrijes. El alebrije es una artesan&iacute;a bastante contempor&aacute;nea, proviene del Nahual, que es el cham&aacute;n que se disfrazaba de animal. Mi obra est&aacute; muy relacionada a la magia y la religi&oacute;n. En la primera conversaci&oacute;n me sincer&eacute; bastante con que a m&iacute; me atra&iacute;a mucho eso y me parec&iacute;a genial que me hayan elegido para trabajar con ellos. Fue as&iacute; una mezcla, como te dec&iacute;a, m&aacute;gica tambi&eacute;n&rdquo;. Sobre su paso por tierras Aztecas expresa: "Yo no conoc&iacute;a M&eacute;xico y nunca me imagin&eacute; que iba a viajar all&iacute;. No me alcanzaban los sentidos para explicar lo que sent&iacute;. El entorno habilit&oacute; que ellos tambi&eacute;n me contar&aacute;n su forma de trabajar. M&eacute;xico es tremendo, est&aacute; todo todo ah&iacute;.&nbsp;
En el marco de la residencia Visi&oacute;n y Tradici&oacute;n desarroll&oacute; el banco Quetzalcoatl de 2,5 m pintado y tallado en la cabeza y en la cola.
Martina Cassiau llev&oacute; adelante su residencia en San Mateo Sosola (Oaxaca) en colaboraci&oacute;n con FIBRA x HM y Lucina Ch&aacute;vez. En el marco del Programa Visi&oacute;n y tradici&oacute;n trabaj&oacute; junto a las maestras artesanas Lucina Ch&aacute;vez e Yn&eacute;s Mayoral y la dise&ntilde;adora, Ver&oacute;nica Vald&eacute;s Vega. Sobre el aporte del entorno y la vinculaci&oacute;n con las comunidades Martina nos cuenta: &ldquo; El entorno fue fundamental. No solo porque nos brind&oacute; las materias primas, palma e ixtle de maguey, sino porque nos ense&ntilde;&oacute; a relacionarnos de otra manera con los materiales, los tiempos y las pr&aacute;cticas. Salimos juntas a recolectar las hojas de palma y las fibras de maguey, aprendiendo de las artesanas la manera de elegirlas, cortarlas y procesarlas. En todo ese proceso ellas compartieron con enorme generosidad sus conocimientos, transmiti&eacute;ndonos no solo t&eacute;cnicas, sino tambi&eacute;n su manera de habitar y comprender el monte. Esa experiencia de cosecha, bajo el sol, conversando y compartiendo, nos permiti&oacute; reconocer la relaci&oacute;n profunda que tienen con las plantas y con los objetos que producen&rdquo;.
Martina dice que reci&eacute;n despu&eacute;s de recolectar, te&ntilde;ir, tocar y experimentar con esas fibras pudieron empezar a dise&ntilde;ar de forma conjunta: &ldquo;El resultado es inseparable de ese momento y de ese lugar: las tonalidades que obtuvimos en julio provienen de las caracter&iacute;sticas espec&iacute;ficas de esas plantas en esa estaci&oacute;n. Es una paleta localizada en un tiempo y un territorio concretos, que nos ofreci&oacute; un abanico de posibilidades para dise&ntilde;ar en colaboraci&oacute;n&rdquo;.
A partir del intercambio de saberes, la recolecci&oacute;n y el reconocimiento de las plantas, crearon la pieza final, se trata de Sosola Yoo Toon (Luna Negra en Sosola, en lengua mixteca) una gran luna negra, que re&uacute;ne t&eacute;cnicas tradicionales transmitidas de generaci&oacute;n en generaci&oacute;n con una propuesta de dise&ntilde;o contempor&aacute;neo. Est&aacute; elaborada principalmente con palma, trabajada con la t&eacute;cnica de nudo mixteco y te&ntilde;ida en un negro profundo, al que se suma la fibra de maguey que cae como una cascada evocando el pulque, bebida sagrada.
Sur del Cruz el proyecto de Dolores Mallea desarroll&oacute; su residencia en Izamal (Yucat&aacute;n) en colaboraci&oacute;n con Gabriel P&eacute;rez Raj&oacute;n. Sobre los desaf&iacute;os de trabajar con otros nos cuenta: Hace tiempo reflexiono sobre qu&eacute; significa trabajar colectivamente. Para m&iacute; implica paridad: que ninguna de las partes sea m&aacute;s fuerte que la otra, que la obra no surja de la intervenci&oacute;n unilateral, sino del encuentro genuino. El desaf&iacute;o en este caso fue principalmente el tiempo. Con Gabriel nos conocimos en ese momento y tuvimos apenas cinco d&iacute;as para dialogar, compartir nuestras pr&aacute;cticas e iniciar la biblioteca juntos. Su identidad, con m&aacute;s de veinte a&ntilde;os de oficio en la madera, estaba muy definida, al igual que la m&iacute;a, as&iacute; que encontrar un punto com&uacute;n en tan poco tiempo fue un reto, pero tambi&eacute;n una oportunidad de deseo compartido&rdquo;.
El entorno fue fundamental. La obra nace con foco absoluto en Izamal: &ldquo;Recorrimos la ciudad, hablamos con guardianes de relatos locales, buscamos referencias en la arquitectura, los colores y la fauna. Fue una c&aacute;psula inmersiva en el lugar. Despu&eacute;s, continuamos un mes y medio a la distancia, con di&aacute;logos diarios y decisiones conjuntas, para mantener la coherencia con el relato inicial&rdquo;.
El resultado de su paso por la residencia es la biblioteca Balam (Jaguar en maya) que condensa dos mundos: el de Gabriel, con su universo simb&oacute;lico y su figura del jaguar (balam en maya), y el de Izamal, con sus constelaciones, animales y mitos. Toda la obra est&aacute; impregnada por los jaguares, que contagian su fuerza a la composici&oacute;n entera.
La traves&iacute;a contin&uacute;a en la etapa expositiva del proyecto donde los productos originales surgidos en el marco del programa se podr&aacute;n ver del 7 de octubre al 02 de noviembre de 2025 en la Media Luna del emblem&aacute;tico Museo Nacional de Antropolog&iacute;a de M&eacute;xico.

Visión y tradición.

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