Recién llegado a Buenos Aires y con una nueva película en puerta, nuestro
actor internacional, en su mejor momento.

Leonardo Sbaraglia es un actor en tr&aacute;nsito. En el &uacute;ltimo a&ntilde;o y medio film&oacute; bajo las &oacute;rdenes del espa&ntilde;ol Pedro Almod&oacute;var Dolor y gloria en Espa&ntilde;a y del franc&eacute;s Olivier Assayas Wasp Network en Cuba. Adem&aacute;s, grab&oacute; la serie de Maradona en N&aacute;poles y particip&oacute; de todos los grandes festivales de cine del mundo. Por esta entrevista hablamos cuando estaba en Italia y hasta en Brasil. Finalmente se hizo en un taxi, que nos llev&oacute; desde el taller mec&aacute;nico palermitano donde dej&oacute; su camioneta modelo 99 hasta el Palacio Barolo, locaci&oacute;n elegida para hacer las fotos. Leo subi&oacute; al auto con termo y mate, el chofer tuvo as&iacute; una an&eacute;cdota para contar en casa. Bienvenidos a un viaje entra&ntilde;able hacia el oficio, la pasi&oacute;n y el cine.

No ten&eacute;s agente de prensa, te segu&iacute;s manejando de manera personal&hellip; &iquest;C&oacute;mo se produjo tu convocatoria para Wasp Network? &iquest;Apareci&oacute; Assayas en WhatsApp?

Fue m&aacute;s o menos as&iacute;. Hace cuatro a&ntilde;os trabaj&eacute; con un productor que se fue transformando en alguien muy importante en la industria, Rodrigo Teixeira. El 22 de febrero, mientras estaba festejando el cumplea&ntilde;os de mi hija, recib&iacute; una llamada suya en la que me dijo: &ldquo;Hola Leo, estamos con Assayas filmando en Cuba. &iquest;Qu&eacute; hac&eacute;s jueves y viernes de la semana pr&oacute;xima?&rdquo;. Despu&eacute;s me mand&oacute; el guion y el lunes viaj&eacute; a Cuba, &iexcl;una locura! Encima ten&iacute;a que hacer de cubano, imag&iacute;nate, en dos d&iacute;as parec&iacute;a una cosa imposible. Assayas es muy buena onda y Cuba es un pa&iacute;s original con gente incre&iacute;ble, fuera del sistema capitalista que nosotros naturalizamos como el &uacute;nico posible. Un lujo el equipo que nos ayud&oacute;. Imaginemos que fuese franc&eacute;s, viniera a Buenos Aires, quisiera hacer de argentino y me pusieran a Oscar Mart&iacute;nez como coach, a ese nivel. Nunca hab&iacute;a estado en Cuba y fue una experiencia maravillosa.

Pensabas hacer televisi&oacute;n en Argentina durante 2018 y al final, desde entonces, te la pasaste viajando.&nbsp;

El a&ntilde;o pasado iba a actuar en una serie de Telefe, Morir de amor. Me llam&oacute; Anah&iacute; Berneri, con quien ya hab&iacute;a trabajado y que me parece una de las mejores directoras argentinas, pero fue pasando el tiempo y empec&eacute; a tener la impresi&oacute;n de que iba a ser dif&iacute;cil conciliar los intereses de una genia como ella y las necesidades de un canal de aire. No me sent&iacute; capacitado y curtido para sobrellevar el asunto. Me baj&eacute; con mucho dolor porque era mi vuelta a la televisi&oacute;n argentina. Pero bueno, tengo mi manera de pensar y as&iacute; me manej&eacute; toda la vida. A los 20 d&iacute;as recib&iacute; un mail de Esther Garc&iacute;a, mano derecha de Almod&oacute;var, a la que conoc&iacute;a desde Relatos salvajes.&nbsp;

Llegamos al punto. Necesito saber qu&eacute; dice un mail cuyo asunto es ALMODOVAR, contame&hellip;

Esther me dec&iacute;a: &ldquo;Siempre pensamos en vos porque a Pedro le gusta mucho c&oacute;mo trabaj&aacute;s. Aunque el personaje es espa&ntilde;ol, Pedro no termina de encontrarlo ac&aacute;. Nos gustar&iacute;a verte, lo ideal ser&iacute;a que vinieras ya&rdquo;. Yo ten&iacute;a programada en esos d&iacute;as una gira en Mendoza con mi hermano. Fui, no le cont&eacute; nada a nadie, pero estaba nervioso pensando en Almod&oacute;var. Volv&iacute; el lunes y el martes viaj&eacute; a Madrid con todo muy estudiado. Llegu&eacute;, fui directo a la casa de Almod&oacute;var y empezamos a leer la escena, a los 20 minutos me dijo: &ldquo;Yo no tengo ninguna duda, para m&iacute; ya est&aacute;s&rdquo;. Fue una alegr&iacute;a incre&iacute;ble, un sue&ntilde;o.

&ldquo;Lo hermoso que tiene esta profesi&oacute;n es que te da la oportunidad de mostrar tu alma a trav&eacute;s de distintos papeles. Es la gran paradoja, porque uno no comparte vivencias con sus personajes, pero te permiten llegar a algo tuyo que rara vez mostr&aacute;s&rdquo;

&iquest;Y despu&eacute;s de la euforia inicial te dio un poquito del S&iacute;ndrome Spiderman: &ldquo;Grandes poderes conllevan grandes responsabilidades&rdquo;? Porque Almod&oacute;var no es cualquier director&hellip;

S&iacute;, al principio fue un sue&ntilde;o cauto porque pens&eacute;, &iexcl;hay que hacerla! (Se r&iacute;e). Como actor siempre est&aacute;s pensando c&oacute;mo te va a salir y sobre todo con Pedro, un director exigente, con su propio lenguaje, lleno de mitos e historias alrededor. Por suerte fue precioso.

Contaste que cuando te confirmaron en la pel&iacute;cula te premiaste con un reloj, porque hab&iacute;as logrado trabajar con uno de los cinco directores que m&aacute;s te gustan. Se impone la pregunta, &iquest;cu&aacute;les son los otros cuatro?

&iexcl;Igual debo haber tirado un n&uacute;mero por decir algo! (Se r&iacute;e). Es como si te dijera Michael Haneke, Paul Thomas Anderson, Martin Scorsese. O Luca Guadagnino, ahora tambi&eacute;n lo admiro mucho a &eacute;l y adem&aacute;s tuve la suerte de conocerlo en el Festival de Venecia.

&iexcl;No me digas! Vamos por Guadagnino 2020&hellip;

&iexcl;Ojal&aacute;! Est&aacute;bamos junto a Assayas con Wasp Network y Guadagnino filmaba una serie muy cerca de Venecia as&iacute; que vino al festival. El estaba trabajando con una maquilladora italiana amiga que me coment&oacute;: &ldquo;Te lo quiero presentar porque le encant&oacute; tu escena con Antonio Banderas en Dolor y gloria&rdquo;. Nos saludamos, me habl&oacute; muy bien de toda la pel&iacute;cula y de esa escena en particular, estaba emocionado, y yo le dije: &ldquo;Mientras rod&aacute;bamos esa escena justamente est&aacute;bamos hablando de tu pel&iacute;cula Call Me by Your Name&rdquo;. Est&aacute; todo relacionado, es incre&iacute;ble.

Esa escena que vos hac&eacute;s con Banderas logra una intimidad poco frecuente en el cine. Eso parece algo mucho m&aacute;s dif&iacute;cil de filmar que ciertas escenas de sexo por las que siempre preguntan. &iquest;Es as&iacute;?&nbsp;

Si venc&eacute;s cierto pudor, en el cine el sexo es lo m&aacute;s f&aacute;cil del mundo y esas escenas se hacen mientras est&aacute;s rodeado de diez personas que te est&aacute;n mirando el culo (Se r&iacute;e). Lograr la intimidad que pregunt&aacute;s es la tarea m&aacute;s dif&iacute;cil del actor, ir encontrando esa cercan&iacute;a&hellip; lo hermoso que tiene esta profesi&oacute;n es que te da la oportunidad de mostrar tu alma a trav&eacute;s de distintos papeles. Es la gran paradoja, porque uno no comparte vivencias con esos personajes, pero te permiten llegar a algo tuyo que rara vez mostr&aacute;s. Esa escena del reencuentro entre los amantes yo la le&iacute;a y era preciosa pero tambi&eacute;n dif&iacute;cil de resolver. El genio de Almod&oacute;var es la diferencia entre un gran director y el resto.

Retomemos el tema de las coincidencias, ahora vamos rumbo al Palacio Barolo y en breve empez&aacute;s a filmar una nueva pel&iacute;cula tambi&eacute;n ah&iacute;, &iquest;no?&nbsp;

S&iacute;, &iexcl;qu&eacute; casualidad! Es de un director joven, Leonardo Brzezicki. Le&iacute; el gui&oacute;n y me pareci&oacute; extraordinario, emocionante. Habla de una persona en crisis que tiene una hija, encarnada por Miranda de la Serna (hija de Rodrigo y Erica Rivas), y el v&iacute;nculo que los une est&aacute; lleno de misterio, de dobleces. La pel&iacute;cula se llama Almost in Love.

Y tambi&eacute;n segu&iacute;s haciendo en diferentes puntos del pa&iacute;s tu espect&aacute;culo El territorio del poder, &iquest;tienen previstas m&aacute;s presentaciones este a&ntilde;o?

Vamos a hacer tres funciones el 19, 20 y 21 de diciembre en Caf&eacute; Vinilo. Es una experiencia sensorial que te interpela, pero no es un espect&aacute;culo de denuncia ni de bajada de l&iacute;nea, es un intento po&eacute;tico de elaborar mandatos que debemos dejar de obedecer.

&ldquo;Aterric&eacute; en Madrid y fui directo a la casa de Almod&oacute;var. Empezamos a leer la escena de Dolor y gloria y a los 20 minutos me dijo: &lsquo;No tengo ninguna duda, para m&iacute; ya est&aacute;s&rsquo;. Fue una alegr&iacute;a incre&iacute;ble, un sue&ntilde;o&rdquo;

Hablando de mandatos, le&iacute; una entrevista que hiciste en el 99 donde dec&iacute;as que un actor deb&iacute;a tomar posici&oacute;n y eso no era tan com&uacute;n por aquel entonces. &iquest;Podemos afirmar veinte a&ntilde;os despu&eacute;s que resist&iacute;s un archivo?

Y creo que hace 30 a&ntilde;os tambi&eacute;n dec&iacute;a lo mismo, &iexcl;eh! (Se r&iacute;e). Desde el 86, cuando arranqu&eacute; con La noche de los l&aacute;pices, pienso igual&hellip; aunque mi primera entrevista la di content&iacute;simo y en la nota pusieron &ldquo;Leonor Sbaraglio&rdquo;. &iexcl;Me bautizaron! (Se r&iacute;e) A partir de ah&iacute; siempre estuve bien rodeado e intent&eacute; pensar las cosas. Siempre me pareci&oacute; que lo que uno piensa y siente no debe callarlo.&nbsp;

El edificio del Barolo a donde estamos llegando tiene referencias a La divina comedia de Dante, va del infierno al cielo. O podr&iacute;amos decir del dolor a la gloria. &iquest;Cu&aacute;l es la gloria del actor?

No lo s&eacute;, pero creo no hay gloria sin disfrute personal. La gloria del actor quiz&aacute;s es poder expresarse para transmitir y drenar el propio infierno inasible. No son grandes demonios sino peque&ntilde;as cosas internas que uno siempre est&aacute; tratando de comprender. Seguir aprendiendo es lo mejor que te puede pasar.

Fotograf&iacute;as: Guido Adler - Estilismo: Cecilia Alassia&nbsp;

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Personajes L'Officiel: Leo Sbaraglia

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