Dignity tiene valent&iacute;a para hablar y denunciar, pero tambi&eacute;n para ir tras sus sue&ntilde;os sin apurar nada. Su nuevo proyecto apunta a los encuentros, retiros, viajes y conversaciones.

El tiempo tiene dos partes. Cronos y Kair&oacute;s. El primero est&aacute; tictaqueado por minutos y segundos, por el tiempo cronol&oacute;gico, por la hora del reloj. El segundo es una llave hacia el tiempo subjetivo, el fundamental, de calidad.&nbsp;
&iquest;Cu&aacute;l es tu plan para este a&ntilde;o? La pregunta t&iacute;pica de la entrevista a una artista que &ndash;se supone&ndash; tiene calendarizado cada segundo de su agenda, no va con Dignity. &ldquo;No s&eacute; d&oacute;nde voy a estar dentro de dos meses&rdquo;, piensa en voz alta. Es que ella adopta y se adapta a un modo de vida que es la marca de las generaciones que la siguen: n&oacute;made, tecnosocial, multidimensional y, sobre todo, honesta. Experimental. Slow. Digna. Justa.
&ldquo;Me inspira la serpiente que cambia de piel, as&iacute; se rejuvenece constantemente&rdquo;, retruca Dignity, domadora de incertidumbres, cuando queremos que nos cuente su secreto de desapego con los espacios que habita, las ciudades, los oficios. Durante la pandemia dej&oacute; Nueva York y se instal&oacute; sola en su casa uruguaya de Jos&eacute; Ignacio, Corazonada.&nbsp;
&ldquo;Somos el movimiento y somos en movimiento. Me entrego a las sincronicidades que se me presentan. Voy con el coraz&oacute;n abierto y flexible para habilitar los cambios de frecuencia que me permiten trascender. Me muevo hacia la dicha, la pienso como trasfondo de mi vida.&rdquo;
En estos a&ntilde;os aprendi&oacute; a escucharse; a mostrar menos, a demostrarse m&aacute;s. Siente que nada de lo que deja en el camino le quita valor. Sabe despedirse de proyectos grandes y de peque&ntilde;as cosas, prefiere aferrarse a los buenos v&iacute;nculos. Esa es la impronta que hoy habita en Peregrinas 5.0, su nuevo proyecto, un espacio de encuentro, conversaci&oacute;n, retiros, viajes y programas especiales que buscan la reflexi&oacute;n y la experimentaci&oacute;n, integrando el cuerpo, la emoci&oacute;n y el pensamiento.&nbsp;
Dignity es una pionera espont&aacute;nea. Hacedora de comunidades y ranchadas. Como cuando denunci&oacute; a su entonces compa&ntilde;ero de elenco Juan Darth&eacute;s por abuso sin imaginar que con ese gesto valiente estaba fundando el MeToo local. En 2018 sal&iacute;a por primera vez a las calles para sumarse a una manifestaci&oacute;n, la del 8M. En diciembre pasado se estamp&oacute; una remera que dice &ldquo;La mujer es amor&rdquo;, y la estren&oacute; para volver a declarar contra Darth&eacute;s, cara a cara, durante cuatro horas (en el juicio iniciado por la denuncia de Thelma Fard&iacute;n). Ahora, tanta vida despu&eacute;s, la justicia brasile&ntilde;a estar&iacute;a por emitir el fallo. Dignity es lecci&oacute;n de estilo, tambi&eacute;n por la filosof&iacute;a con la que atraviesa el proceso, esquivando los obst&aacute;culos con la mirada puesta en el todo.
&ldquo;Peregrinas 5.0 es un movimiento de transformaci&oacute;n y de evoluci&oacute;n -explica-. Es una invitaci&oacute;n a viajar por nuestro propio territorio, a peregrinar hacia un destino puramente humano. Nos apoderamos de nosotras mismas, de lo que nos rodea, y as&iacute; nos propagamos. Caminamos en b&uacute;squeda de nuestra propia luz, esa que arde con tanto poder que enciende a quien se acerca&rdquo;.&nbsp;
En ese viaje al interior de la subjetividad y del paisaje, Dignity no para de elegir y crear su propia aventura: viaj&oacute; por tierra con dos amigos desde Buenos Aires, pasando por C&oacute;rdoba, Catamarca, Tucum&aacute;n, Salta hasta llegar a Barcena, Jujuy, donde construyeron el primer altar del pa&iacute;s para Mar&iacute;a Magdalena. &ldquo;Fue la compa&ntilde;era de Jes&uacute;s. Sacerdotisa, esposa y madre, maestra del desapego.&nbsp; El altar es nuestra manera de rescatarla, de devolverle la dignidad a quien por a&ntilde;os no la tuvo y que fue satanizada por la Iglesia&rdquo;.
Desapego para dar el salto, curiosidad para intuir, pasi&oacute;n para so&ntilde;ar el cambio y pausa para atravesarlo, despacito, en el presente. &ldquo;La atenci&oacute;n plena es parte de mi vida. Practico la pausa y la escucha profunda. Trato de ser impecable con mis palabras y soy muy consciente de mi autodi&aacute;logo&rdquo;.&nbsp; Dignity siente y sabe que los movimientos est&aacute;n llenos de momentos.&nbsp;
Peregrinas 5.0 se piensa tambi&eacute;n con una especie de hashtag: Mi cuerpo, mi laboratorio.&nbsp;
&ldquo;Me siento una experimentadora y researcher del sentir. Exploro con mi cuerpo. Experimentamos con nuestra energ&iacute;a maternal, er&oacute;tica, con el gozo, con el inspirar a la otra, con mostrarse y dejarse mostrar&rdquo;. Dignity entiende que la moda es un medio de expresi&oacute;n, como le ense&ntilde;&oacute; Marou Rivero, su hermana. Ahora est&aacute; m&aacute;s conectada con la naturaleza y hace propia una frase de Epicuro: felicidad es ausencia de dolor.
Seg&uacute;n Cronos, en breve Dignity estar&aacute; presentando un p&oacute;dcast en el que se permitir&aacute; vibrar con todo lo que aprendi&oacute; y su propia sanaci&oacute;n. &ldquo;En todo crezco. Estoy a salvo porque me tengo a m&iacute; misma.&rdquo;&nbsp;
Fotograf&iacute;as: Giuseppe Vaccaro Estilismo: Giorgia Melis Agradecimientos: Diego della Palma

La dicha en movimiento

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