Un bebé, nuevos temas y residencia musical en Las Vegas: la vida de la megaestrella pop Katy Perry ha cobrado un ritmo diferente. 

<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Katy_Perry">Katy Perry</a> est&aacute; sentada en el jard&iacute;n de su casa en Santa B&aacute;rbara. Miro sus ojos azules pixelados por acci&oacute;n de la pantalla y el efecto es dicot&oacute;mico. Porque a trav&eacute;s de los a&ntilde;os he visto dos versiones muy claramente diferenciadas. Katy Perry, educada en un hogar religioso, convertida en una estrella pop imponente, casi de caricatura, que super&oacute; todos los r&eacute;cords (incluyendo cinco simples de un &aacute;lbum en el puesto n&uacute;mero uno, haza&ntilde;a igualada solo por Michael Jackson), present&oacute; el show de entretiempo del Super Bowl m&aacute;s visto de todos los tiempos, y lleg&oacute; a ser la mujer m&aacute;s seguida en Twitter. Pero tambi&eacute;n est&aacute; Katheryn Hudson, revelando su ser m&aacute;s &iacute;ntimo en el documental de 2012 Parte de m&iacute;, que sigui&oacute; los 124 shows de su agotadora gira California Dreams. Vimos a Hudson &ndash;casi voyeur&iacute;sticamente&ndash; mientras su matrimonio se derrumbaba y las l&aacute;grimas le entrecortaban la respiraci&oacute;n, vistiendo el caracter&iacute;stico bustier de motivos de remolino verde con cubrepezones que simulan pastillas de menta, transformarse en Perry. Un destello de sonrisa falsa y se convierte en una aut&eacute;ntica Velma Kelly (excepto por el crimen) subiendo al escenario al comienzo del &ldquo;All That Jazz&rdquo; de Chicago.

Pero con Perry, gracias a la perspicacia que me han dado el tiempo y la experiencia, puedo percibir una progresi&oacute;n. Esta Katy, la otra y aquella otra. &ldquo;Los &uacute;ltimos a&ntilde;os fueron un viaje de diversi&oacute;n: los trajes, las luces, los decorados y las actuaciones, pero tengo otra vida en casa, sencilla y normal&rdquo;, dice desde su jard&iacute;n en California del Sur, inundado de sol. &ldquo;Ya no siento que tengo que estar actuando todo el tiempo y creo que es porque he logrado definir tanto mi vida profesional como la personal, interconectarlas para llegar a ser un ser humano plenamente funcional&hellip;de alg&uacute;n modo&rdquo;.&nbsp; Se r&iacute;e de su propia autorreflexi&oacute;n, dejando de lado la solemnidad. &ldquo;Me preocupaba mucho mostrarme sin maquillaje. Incluso para una entrevista como esta, necesitaba peinado y maquillaje y ahora en cambio digo &lsquo;Estoy, bien, s&eacute; qui&eacute;n soy. Y lo que pienses de m&iacute; es cosa tuya&rsquo;&rdquo;.&nbsp;Me record&oacute; la l&iacute;nea de cierre de RuPaul: &ldquo;A menos que te paguen las cuentas, no les hagas caso&rdquo;.

Me atrapa de inmediato con su encanto. Lleva un top deportivo, dos collares, uno con la leyenda &ldquo;Daisy Dove&rdquo;, el otro con un dise&ntilde;o exclusivo de la margarita y &ndash;fiel a su palabra&ndash; a cara lavada. Ofrece realidad y yo la absorbo, sin perder ni una gota. Tal vez es una realidad elaborada, con tanto detalle meticuloso como la de la superestrella pop. Prefiero creer que la realidad era, bueno&hellip;real. En verdad, nunca lo sabremos. &iquest;Y por qu&eacute; vivir en la incertidumbre?&nbsp;

Se podr&iacute;a &ndash;y se deber&iacute;a&ndash; decir que este ha sido un a&ntilde;o muy importante para Perry. En agosto del a&ntilde;o pasado naci&oacute; Daisy Dove Bloom, hija de Perry y el actor <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Orlando_Bloom">Orlando Bloom.</a> Dos d&iacute;as despu&eacute;s, lanz&oacute; su sexto &aacute;lbum de estudio, Smile, que muchos consideran un regreso al familiar fizzy pop. Unos meses m&aacute;s tarde, en enero, interpret&oacute; su canci&oacute;n &ldquo;Firework&rdquo; en vivo frente al Lincoln Memorial para celebrar la asunci&oacute;n del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Fueron acontecimientos deliberadamente sin&eacute;rgicos. El simple principal del &aacute;lbum Daisies es un tributo a su hija; la presentaci&oacute;n en Washington tambi&eacute;n se relacion&oacute; con ella. &ldquo;Me pregunt&eacute; &lsquo;&iquest;C&oacute;mo ser&aacute; el mundo que voy a legarle a mi hija cuando tenga 36 a&ntilde;os?&rsquo;. As&iacute; que en realidad cant&eacute; pensando en el cambio clim&aacute;tico y en los l&iacute;deres que lo est&aacute;n abordando con medidas audaces&rdquo;. Con todo eso, a&uacute;n encontr&oacute; tiempo para hacer las cosas &ldquo;normales&rdquo; que hacemos durante una pandemia: mirar todos los cap&iacute;tulos de series como Gambito de dama y Succession (&ldquo;La mejor serie que hay para ver&rdquo; afirma con seguridad) y volver a enamorarse de los libros. &iquest;El favorito del momento? La segunda monta&ntilde;a. La b&uacute;squeda de una vida con sentido, de David Brooks.&nbsp;

Es este tiempo extra en casa con la familia lo que le ha permitido repensarse. &ldquo;Agradezco no haber pretendido seguir escalando monta&ntilde;as sin parar en mi carrera. Me dije: &acute;Creo que hay otra monta&ntilde;a m&aacute;s all&aacute; que tiene una vista tan bella como la de estas, si no m&aacute;s gratificante&acute;&rdquo;. En muchos sentidos, Daisy le dio a Perry la oportunidad de crear sin cr&iacute;tica, comparaci&oacute;n, expectativas ni temor al fracaso &ndash;algo que la ha acosado a lo largo de su carrera, en parte por el &eacute;xito estratosf&eacute;rico que tuvo desde sus comienzos. &ldquo;Como int&eacute;rprete, siempre me he apoyado en el amor, la aceptaci&oacute;n y la validaci&oacute;n del mundo exterior y eso es algo que a veces puede fluctuar&rdquo;, admite. &ldquo;Un hijo es alguien que te mira sin saber nada sobre tu curr&iacute;culum, ni sobre tu cuenta bancaria; no sabe nada y no le importa, y tan solo te ama. Amor incondicional. Creo que eso es lo que yo buscaba&rdquo;.&nbsp;&nbsp;&nbsp;

Con el nacimiento de Daisy, Perry se supo plena, pudo sanar heridas profundas que se hab&iacute;an ido formando con los a&ntilde;os. &ldquo;Siempre sent&iacute; que, con respecto al amor, me mov&iacute;a con algo de dolor en el coraz&oacute;n&rdquo;, dice, y sus ojos parecen volverse con lentitud a alg&uacute;n lugar dentro de su mente. &ldquo;Mi pareja me ayud&oacute; enormemente a superarlo. Pero esto fue algo que lleg&oacute; mucho m&aacute;s profundo. Y est&aacute; all&iacute;, ese amor est&aacute; all&iacute;&rdquo;. La mirada penetrante regresa, centrada, segura. &ldquo;Hab&iacute;a o&iacute;do hablar del amor incondicional, pero ahora puedo experimentarlo. Se alcanza una plenitud&rdquo;.

Es en esta relaci&oacute;n con Bloom y ahora con su hermosa hija Daisy que la fase de luna de miel pareciera no tener fin, con cimientos que con el tiempo han llegado a profundidades que antes no eran accesibles. La sonrisa contagiosa de Perry brilla con la sola menci&oacute;n de su pareja. &ldquo;Pude ser testigo de c&oacute;mo vive la paternidad&rdquo;, dice. (Bloom tiene un hijo de diez a&ntilde;os, Flynn, con su exesposa Miranda Kerr). &ldquo;La manera en que estuvo y est&aacute; presente para &eacute;l y c&oacute;mo se esfuerza, creo que esa fue una de las razones por las que tom&eacute; esa decisi&oacute;n consciente. Me dije: &lsquo;Este es el padre de mis futuros hijos&rsquo;. Vi su bondad, su ternura, su empat&iacute;a y su dulzura. Era lo que yo buscaba, Pens&eacute;: &lsquo;Okey, esto es distinto&rsquo;. Y esta es su primera ni&ntilde;a, as&iacute; que es una sensaci&oacute;n muy diferente. Agradezco tanto que est&eacute; para m&iacute;. Eso es algo que no tiene igual&rdquo;.&nbsp;

Como muchas madres noveles &ndash;o quiz&aacute;s todo el que haya pasado este &uacute;ltimo a&ntilde;o relativamente aislado&ndash; Perry est&aacute; usando estos cambios para reflexionar sobre su vida. &ldquo;Durante 35 a&ntilde;os yo tom&eacute; todas las decisiones, hice lo que quer&iacute;a, viajando por el mundo y ocup&aacute;ndome de mi carrera&rdquo;, dice. &ldquo;Ahora tengo la enorme responsabilidad de cuidar a este regalo incre&iacute;ble. Te hace muy vulnerable y te hace recordar tu propia ni&ntilde;ez y pensar que tal vez quieras hacer las cosas de otra manera. Yo quiero hacerlas de otra manera&rdquo;. Pero, por supuesto, tambi&eacute;n ten&iacute;a dudas. &ldquo;Me daba miedo ser mam&aacute;&rdquo;, admite. Cuenta que hizo un &ldquo;viaje sanador&rdquo; para tratar de comprender lo que le pasaba, lleg&oacute; a las causas e hizo lo necesario para tomar la decisi&oacute;n. &ldquo;Ahora lo entiendo, s&eacute; que esto es lo importante. Todos los d&iacute;as pregunto: &lsquo;&iquest;Cu&aacute;ndo vamos a caminar? &iquest;Cu&aacute;ndo podemos ir a nadar?&rsquo; Hubo m&aacute;s de 12 a&ntilde;os en los que no existi&oacute; ninguna de esas cosas peque&ntilde;as. Fue alucinante vivir a lo grande y a lo loco, pero a veces est&aacute; bueno nada m&aacute;s tirar la pelota en el jard&iacute;n y ver la alegr&iacute;a de tu hija, su risa cuando el perro va a buscarla y la trae de vuelta&rdquo;.&nbsp;

Margaritas. Monta&ntilde;as. El c&eacute;sped del jard&iacute;n. Quiz&aacute;s es verdad lo que dicen: la naturaleza es sanadora. Est&aacute; claro que Perry se est&aacute; enamorando de un mundo m&aacute;s sereno que el de las candilejas despiadadas que &ndash;dice&ndash; puede ser abrumador. &ldquo;Hay que aprender a salir con vida del auto en llamas. De vez en cuando, se puede volver a entrar y decir &lsquo;Este es mi truco m&aacute;gico&rsquo;. Creo que la m&uacute;sica y el mensaje empoderan y ayudan a la gente, pero no debe ocupar todo tu tiempo. Hay que hacer lugar para una vida real&rdquo;.

Esa vida real, que Perry llama &ldquo;la vida m&aacute;s peque&ntilde;a, la mejor&rdquo;, implica mucho tiempo con la familia, no solo Orlando y Daisy, sino tambi&eacute;n la familia extendida: los padres de Perry, sus hermanos. Hay jueves de tacos y s&aacute;bados de panqueques daneses &ndash;el cu&ntilde;ado de Perry es dan&eacute;s&ndash; y jazz. &ldquo;Cuando pasas tanto tiempo con la familia hay muchas oportunidades para sanar&rdquo;.&nbsp;

Tambi&eacute;n ha comenzado a pensar en su futuro, &ndash;no solo uno que incluya una nueva residencia musical en Las Vegas&ndash; sino algo un poco m&aacute;s lejano. &rdquo;&iquest;Cu&aacute;l es el pr&oacute;ximo intervalo de mi vida? &iquest;C&oacute;mo es? &iquest;D&oacute;nde puedo realizarme? Siempre he so&ntilde;ado con estudiar, aprender psicolog&iacute;a o una combinaci&oacute;n de psicolog&iacute;a y filosof&iacute;a. Una vez que me integre a un programa y una estructura educativos, voy a poder ver todos esos temas que me interesan. Es para el futuro, pero primero viene Las Vegas&rdquo;.&nbsp;&nbsp;&nbsp;

En la residencia, que comenzar&aacute; el 29 de diciembre, Perry se unir&aacute; a un grupo de talentos: C&eacute;line Dion, Carrie Underwood y Luke Bryan, adem&aacute;s de Zedd y Ti&euml;sto en el nuevo Resorts World Las Vegas. Ser&aacute; la primera presentaci&oacute;n en vivo de Perry desde antes de la pandemia. Le pregunto si est&aacute; nerviosa o si de alg&uacute;n modo tiene miedo.&nbsp; Responde con un gesto burl&oacute;n. Est&aacute; claro que cuando es necesario puede pasar de un mundo al otro con toda facilidad. &ldquo;S&eacute; que cuando vuelva a estar sobre el escenario voy a dar todo de m&iacute;, como en todos mis proyectos&rdquo;. &iquest;Pero hasta entonces? &ldquo;He trabajado profesionalmente desde que ten&iacute;a 13 a&ntilde;os y ahora me he detenido a sentir el aroma de las rosas&rdquo;.&nbsp;

Fotograf&iacute;a: Greg Swales. 
Estilismo: Danielle Goldberg. 
Peinado: Jesus Guerrero. Maquillaje: Michael Anthony. Manicur&iacute;a: Kim Diem Truong. 
Producci&oacute;n: Dana Brockman. 
Coordinadora de producci&oacute;n: Molly O&rsquo;Brien. 
Digital: Amanda Yanez. 
Asistentes de iluminaci&oacute;n: Yolanda Leaney y Sebastien Keefe.&nbsp; 
Asistentes de estilismo:&nbsp;Alexis Asquith y Jamison Dietrich. 
Asistente de producci&oacute;n: Jeremy Alvarez. 
Agradecimiento especial:&nbsp;Hotel Rosewood Miramar Beach.&nbsp; 
Traducci&oacute;n: Silvia Villegas.

El aroma de las margaritas

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