La nueva muestra del museo M7 en Doha recupera los peinados tradicionales de las mujeres amazigh del norte de &Aacute;frica como un lenguaje vivo de memoria matrilineal y soberan&iacute;a est&eacute;tica, frente a d&eacute;cadas de mirada colonial y apropiaci&oacute;n en la moda global.

Cabellos trenzados, entrelazados con joyas o amuletos protectores, te&ntilde;idos con henna, recubiertos en lana o arcilla, recogidos, alisados o dispuestos en vol&uacute;menes escult&oacute;ricos: los peinados tradicionales de las mujeres del pueblo amazigh, como se conoce a las comunidades ind&iacute;genas de Marruecos, son explorados en su simbolismo y profundidad en la exposici&oacute;n &ldquo;Amazigh Hair Couture&rdquo;, que abri&oacute; sus puertas en el M7, el museo qatar&iacute; dedicado exclusivamente a la moda. A trav&eacute;s de fotograf&iacute;as, objetos, videos, instalaciones textiles y material de archivo, la muestra recupera el valor cultural de estas pr&aacute;cticas del norte de &Aacute;frica, transmitidas de generaci&oacute;n en generaci&oacute;n, que se extienden tambi&eacute;n a las regiones de Argelia, T&uacute;nez, Libia, el Sahara y la regi&oacute;n egipcia de Siwa.
La exposici&oacute;n busca reivindicar un lenguaje que durante d&eacute;cadas fue eclipsado por miradas coloniales y por la apropiaci&oacute;n de la est&eacute;tica amazigh en la moda global. Aqu&iacute;, el cabello aparece no como un accesorio sino como un archivo vivo capaz de transmitir linaje, memoria y resistencia femenina, dentro de las culturas amazigh que son, principalmente, matriarcales, tal como se lee apenas ingresar a la sala expositiva.
Con obras de artistas marroqu&iacute;es como Amina Agueznay, Ilham Mestour y Lalla Essaydi, la exposici&oacute;n conecta las tradiciones ancestrales con la expresi&oacute;n contempor&aacute;nea, a la vez que desaf&iacute;a la mercantilizaci&oacute;n y la apropiaci&oacute;n de la est&eacute;tica amazigh. La curadur&iacute;a, a cargo de Rajae El Mouhandiz, propone un relato dividido en cuatro n&uacute;cleos tem&aacute;ticos (&ldquo;Roots and Rituals&rdquo;, &ldquo;Body and Soul&rdquo;, &ldquo;Reframing the Gaze&rdquo; y &ldquo;Crafting Continuity&rdquo;) que avanzan desde la &ldquo;ra&iacute;z&rdquo; ritual de esta pr&aacute;ctica hasta sus relecturas actuales.
El recorrido inicia con los paisajes sociales y geogr&aacute;ficos donde se desarrollaron estas tradiciones. Fotograf&iacute;as de archivo, un mapa regional y una pel&iacute;cula etnogr&aacute;fica permiten observar peinados que funcionaban como c&oacute;digos de pertenencia, orgullo y protecci&oacute;n. Las im&aacute;genes, registradas por fot&oacute;grafos europeos a mediados del siglo XX, dejan atr&aacute;s la mirada exotizante y recuperan su dimensi&oacute;n de documento cultural. El cabello se presenta como uno de los primeros materiales a trav&eacute;s de los cuales se expresa la herencia.&nbsp;
El acento est&aacute; puesto tambi&eacute;n en los gestos &iacute;ntimos del cuidado del cabello: ingredientes naturales como la arcilla ghassoul, la henna, la lana o los aceites florales revelan la conexi&oacute;n entre el cuerpo, la tierra y la espiritualidad. La obra &ldquo;La corona de la mujer&rdquo;, una instalaci&oacute;n textil de Ilham Mestour elaborada con cabello, lana y materiales mixtos provenientes de distintas regiones de Marruecos, evidencia c&oacute;mo cada peinado marca un momento vital: matrimonio, duelo, maternidad o madurez.
"Mi trabajo contin&uacute;a rindiendo homenaje a las mujeres que me precedieron. El cabello no es solo belleza; es linaje, es fuerza, es memoria. A trav&eacute;s de esta exposici&oacute;n, honro mi ascendencia amazigh transformando los rituales heredados, llevando al mundo las voces del pasado", cont&oacute; la artista Ilham Mestour, quien adem&aacute;s fue la directora creativa de esta exposici&oacute;n.
Otro apartado de la muestra aborda c&oacute;mo las mujeres amazigh han sido representadas, y a veces mal interpretadas, en los discursos actuales. Una de las obras m&aacute;s potentes es &ldquo;Les Femmes du Maroc: Belleza de Har&eacute;n #2&rdquo; (2008), fotograf&iacute;a de Lalla Essaydi. La artista desaf&iacute;a la narrativa hist&oacute;rica al fotografiar a una mujer acostada, cuya piel y vestimenta est&aacute;n intervenidas con caligraf&iacute;a y henna. Su mirada firme confronta al espectador, un gesto desafiante que interrumpe la tradici&oacute;n de la odalisca sumisa, y como objeto ex&oacute;tico. Un modo de restituirle soberan&iacute;a y presencia.
Otro aspecto de la exposici&oacute;n hace foco en el legado matrilineal de la comunidad, y su transmisi&oacute;n de madres a hijas. La artista Mestour reivindica el t&iacute;tulo de &ldquo;modista del cabello&rdquo; para describir un oficio que combina t&eacute;cnica, memoria oral y transmisi&oacute;n generacional. Sus obras dialogan con un documental de 1950 que muestra a mujeres tuareg de Guelmim interpretando la danza Guedra, mientras se re&uacute;nen para cantar, aplaudir y tocar tambores, luciendo intrincadas trenzas amazigh, adornos, joyas y trajes ceremoniales.
En un momento en que las trenzas amazigh circulan en editoriales de moda globales despojadas de contexto, la muestra -que inaugur&oacute; a fines de octubre y permanecer&aacute; hasta el 12 de enero de 2026- devuelve esas im&aacute;genes a su territorio simb&oacute;lico, celebrando la creatividad y sabidur&iacute;a de las mujeres que las transmitieron durante siglos.&nbsp;
&ldquo;Amazigh Hair Couture&rdquo; es organizada como legado de lo que fue A&ntilde;o de la Cultura Qatar-Marruecos 2024, una iniciativa del emirato que busca tender puentes culturales entre naciones, y que en 2025 tiene como protagonistas a Argentina y Chile. Adem&aacute;s, la muestra en M7 se enmarca en la celebraci&oacute;n por el 20 aniversario de Qatar Museums, la principal instituci&oacute;n del pa&iacute;s dedicada al arte que busca amplificar la diversidad de voces.

Amazigh Hair Couture: cuando el cabello es archivo, linaje y resistencia

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