Las islas que duelen en el imaginario de todo un pa&iacute;s, contadas por el fotogr&aacute;fo que las recorri&oacute; a lo largo de cuarenta a&ntilde;os.

El fot&oacute;grafo Rafael Wollmann estaba en las islas Malvinas hac&iacute;a diez d&iacute;as cuando el 1&ordm; de abril por la noche, se anunci&oacute; que las fuerzas argentinas iban a desembarcar. Cuatro meses antes, Wollmann hab&iacute;a creado ILA (Imagen Latinoamericana), una agencia de im&aacute;genes, junto con tres colegas: &ldquo;Preguntamos a conocidos y familiares si sab&iacute;an algo de las islas. Nadie conoc&iacute;a nada. Entonces dijimos, &iquest;por qu&eacute; no hacemos un gran reportaje sobre las islas? Como hablo ingl&eacute;s, decidimos que fuera yo&rdquo;. Fue as&iacute;, casi por azar, que Wollman termin&oacute; siendo un testigo central del conflicto b&eacute;lico m&aacute;s importante de Argentina. En los d&iacute;as vertiginosos que siguieron, saco muchas fotograf&iacute;as que luego recorrer&iacute;an el mundo. Quiz&aacute;s las m&aacute;s ic&oacute;nica de todas fue la que registr&oacute; la rendici&oacute;n de los ingleses el 2 de abril con el Royal Marine Lou Armour a la cabeza (veterano que luego se juntar&iacute;a con argentinos para hacer la obra de teatro &ldquo;Campo minado&rdquo;). El Museo de Houston, Estados Unidos, incluy&oacute; esta fotograf&iacute;a como una de las 25 m&aacute;s importantes de la historia mundial.

Despu&eacute;s de la guerra, Wollman regres&oacute; a las islas en 2002, 2012 y 2022. En cada viaje, fue registrando los cambios que se produc&iacute;an a lo largo de las d&eacute;cadas. Esa cr&oacute;nica fotogr&aacute;fica que registra 40 a&ntilde;os en las islas result&oacute; en el libro &ldquo;Malvinas, cuatro viajes&rdquo; (2022, TAEDA). 290 p&aacute;ginas con 460 fotos &ldquo;de la vida cotidiana; de paisajes agrestes y de los ecos de una disputa hist&oacute;rica de soberan&iacute;a&rdquo;, se lee en la contratapa.

&ldquo;Cuando llegu&eacute; a las islas, el d&iacute;a que volaba (el 23 de marzo) se anunciaba que hab&iacute;a un conflicto diplom&aacute;tico en las Islas Georgias. Ya era algo especial. Lo que me impact&oacute; fue la fisonom&iacute;a de lo que entonces llam&aacute;bamos (nosotros, inclusive) Puerto Stanley, que era un pueblito como perdido en el tiempo; con una arquitectura especial, con veh&iacute;culos Land Rover, tipo jeeps viejos. La gente muy sencilla en c&oacute;mo se vest&iacute;a, cero ostentaci&oacute;n. La verdad es que era un pueblito perdido en el tiempo, con un clima muy cambiante: dentro de cada d&iacute;a pod&iacute;as tener una muestra de todos los climas&rdquo;, cuenta Wollmann.&nbsp;
En los viajes que hizo m&aacute;s adelante, el fotogr&aacute;fo fue testigo de la transformaci&oacute;n de esta &ldquo;isla perdida en el tiempo&rdquo; y de las huellas que dej&oacute; la guerra: &ldquo;Hubo muchos cambios que se fueron acentuando cada diez a&ntilde;os. Los caminos: al principio eran solo siete kil&oacute;metros de camino, y despu&eacute;s hubo como trescientos. Se hizo un gran colegio con una pileta, un hospital nuevo. Los ingleses despu&eacute;s invirtieron mucho dinero en las islas, no solo en la base militar, sino en todo. Hubo otros cambios que me marcaron, que son los que muestro en el libro, como el caso del cementerio argentino. En 2002 era muy rudimentario, unas pocas cruces en el medio de la nada. En 2012 ya hab&iacute;a un cementerio que, gracias a los familiares y a Eurnekian, se transform&oacute; en un cementerio con los m&aacute;rmoles y con los nombres, todo como est&aacute; hoy. Pero, en 2012 a&uacute;n las cruces dec&iacute;an &lsquo;soldado argentino s&oacute;lo conocido por Dios&rsquo;. Y, en la &uacute;ltima visita, eso cambi&oacute; y casi todas las tumbas ten&iacute;an los nombres de nuestros soldados, nuestros h&eacute;roes de Malvinas. Y eso tambi&eacute;n fue fuerte de ver&rdquo;.

Para visitar: este 2 de abril en el <a href="https://museomalvinas.cultura.gob.ar/">Museo Malvinas</a> se podr&aacute;n visitar las muestras fotogr&aacute;ficas "Retratos de un sentimiento: exposici&oacute;n itinerante de fotografias de la Guerra del Atl&aacute;ntico Sur" y "4 viajes de Rafael Wollmann". De 11 a 18hs, entrada libre y gratuita.

Malvinas

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