La se&ntilde;al de m&uacute;sica dejar&aacute; de transmitir definitivamente a fin de este mes. Sin m&aacute;s poder que el recuerdo de sus mejores a&ntilde;os, su influencia a&uacute;n se percibe en la moda y el dise&ntilde;o.

Los videoclips no mataron a las estrellas de la radio, como sentenciaba The Buggles a finales de los &lsquo;70, ni tampoco dejar&aacute;n de filmarse una vez que MTV cese su transmisi&oacute;n de manera definitiva este 31 de diciembre de 2025. Sin embargo, pocos dudar&iacute;an en afirmar que la se&ntilde;al fue el hogar definitivo para este formato audiovisual, previsto inicialmente como una forma de promoci&oacute;n y llevado luego a cimas art&iacute;sticas gracias al talento de muchos directores. Podemos decir, entonces, que estamos pr&oacute;ximos a un momento hist&oacute;rico.&nbsp;
MTV comenz&oacute; a transmitir en agosto de 1981, pero le llev&oacute; algunos a&ntilde;os consolidarse en los televisores de los hogares estadounidenses. Y si tenemos en cuenta las palabras de John Lack, uno de sus fundadores, quien reconoci&oacute; que la era dorada del canal finaliz&oacute; con el estreno del reality The Real World, en mayo de 1992, podemos deducir que su reinado cat&oacute;dico fue relativamente breve. Como para tener alg&uacute;n par&aacute;metro de comparaci&oacute;n, pensemos en YouTube, que este a&ntilde;o cumpli&oacute; dos d&eacute;cadas y mantiene un liderazgo dif&iacute;cil de destronar, al menos en su formato principal, que son los videos de mediana y larga duraci&oacute;n.
Si la mejor &eacute;poca de MTV fue fugaz y pas&oacute; hace ya tanto tiempo, &iquest;por qu&eacute; la noticia de su final nos pone tristes? La respuesta est&aacute; en la influencia que ejerci&oacute; en la cultura de su tiempo. Por consiguiente, en cada uno de los televidentes a los que alg&uacute;n videoclip marc&oacute; de por vida, y ac&aacute; entran desde boomers hasta centennials, con especiales marcas en millennials y gen x-ers.
Tambi&eacute;n es importante entender la estela que produjo el canal insignia, porque si bien los &lsquo;80 fueron el Everest de la MTV original, su versi&oacute;n latinoamericana lleg&oacute; en 1993 y reci&eacute;n a finales de esa d&eacute;cada tuvo su &eacute;poca de mayor popularidad, con una influencia ubicua en la cultura pop que dur&oacute; hasta bien entrados los 2000.
En ese sentido, MTV produjo innumerables &iacute;conos estil&iacute;sticos, pero var&iacute;an de acuerdo a los recuerdos de cada generaci&oacute;n y cada regi&oacute;n. Aquellos primeros espectadores de 1980 posiblemente mencionen los guantes de red, el encaje y crucifijos que llevaba Madonna en el video de Like a Virgin. O la campera de cuero roja de Michael Jackson en Thriller (1983), un clip legendario cuya trastienda tambi&eacute;n refleja c&oacute;mo era la bajada ideol&oacute;gica del canal: en el libro coral que recrea su historia, I Want My MTV (2011, Penguin), Walter Yetnikoff, entonces presidente de CBS, cuenta que llam&oacute; personalmente a Bob Pittman (ejecutivo de MTV) para obligarlo a pasar ese video de Jackson, ya que la presencia de artistas negros en el canal era casi nula. El video fue finalmente emitido y sent&oacute; las bases del videoclip moderno, con una mayor carga narrativa y la posibilidad de instalar estilos en la vestimenta y los accesorios.
El canal, en ese aspecto, fue aprovechado por dise&ntilde;adores de moda y directores de cine, como Michael Bay, David Fincher o Michel Gondry, quienes usaron los videoclips (y a las propias celebridades) como una zona de experimentaci&oacute;n de estilos que luego llegar&iacute;an lejos.
Quienes crecieron en la d&eacute;cada de 1990 tendr&aacute;n m&aacute;s presente escenas como la est&eacute;tica grunge, con sus jeans gastados y camisas le&ntilde;adoras (o el cardigan verde que llevaba Kurt Cobain en el Unplugged in New York de Nirvana), los pa&ntilde;uelos en la cabeza de Tupac Shakur o el uniforme de colegiala de Britney Spears en &hellip;Baby One More Time. Ya entrados los 2000, en pleno apogeo del r&amp;b, no se pueden pasar por alto los outfits que luc&iacute;an artistas como Beyonc&eacute;, Nelly Furtado, Gwen Stefani, Aaliyah o los Black Eyed Peas, tanto en sus videos como en las entrevistas o las ceremonias de premiaci&oacute;n.
Y si nos movemos a esta parte del mundo, es dif&iacute;cil borrar de la memoria a la encantadora Ruth Infarinato, una de las veejays de la se&ntilde;al, con su cabellera que iba del rosa pastel al bord&oacute; furioso; la melena hair metal del chileno Alfredo Lewin, respetable autoridad en rock pesado; o los videos de una Shakira veintea&ntilde;era y morocha, con los primeros movimientos de una cadera que luego se reproducir&iacute;a en las pantallas de todo el mundo.
Aun sin el peso cultural que supo tener, MTV ingres&oacute; al siglo XXI con su sello distintivo, una marca de agua que fue perdiendo de manera progresiva. Se ha repetido muchas veces que el error del canal fue cederle demasiado lugar a realities, relegando a los videos musicales, pero la realidad indica otra cosa: a medida que ganaba protagonismo la Web 2.0, una forma de navegaci&oacute;n centrada en el usuario y con las redes sociales como emblema, una propuesta como MTV dejaba de tener tanto sentido, tanto en la forma como en el contenido.
Pero es innegable que su influencia se siente en toda la cultura digital de estos tiempos. Tom Anderson, el creador de MySpace, reconoci&oacute; alguna vez que quer&iacute;a que su p&aacute;gina fuera &ldquo;la MTV de la generaci&oacute;n web&rdquo;, y muchos de los programas de lifestyle que emiti&oacute; el canal, desde MTV Cribs hasta NEXT o Pimp My Ride, prefiguran las ansias de aspiraci&oacute;n de miles de creadores de contenido que hoy cuentan su vida en Instagram o TikTok.&nbsp;
Antes de las apps de citas o tendencias como #GRWM, hubo una se&ntilde;al por cable que nos anticip&oacute; lo que hoy ya damos por hecho: millones quer&iacute;an formar parte de esa cultura audiovisual. No s&oacute;lo como espectadores, sino como protagonistas. Ellos quer&iacute;an su MTV, como rezaba el eslogan de su popular campa&ntilde;a de 1980 y parodiado por Dire Straits en la genial Money For Nothing, cuyo video emiti&oacute; por primera vez MTV. Y s&iacute;, &iquest;d&oacute;nde m&aacute;s?

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