A partir de la interpretaci&oacute;n de Tangalanga y la consagraci&oacute;n con la serie Porno y helado, el actor y director reflexiona sobre el humor. Otro cap&iacute;tulo: su amor por el cine.

Aunque a Mart&iacute;n Piroyansky (Buenos Aires, 1986) se lo puede ver en la pantalla desde hace d&eacute;cadas, su producci&oacute;n televisiva y cinematogr&aacute;fica casi siempre estuvo vinculada a un ideario joven del oficio, al perfil indie dentro la industria. Es justo decir que el actor y director lleva a&ntilde;os trabajando para ampliar los l&iacute;mites de tales apreciaciones, pero esa expansi&oacute;n nunca fue tan evidente como en 2022, cuando llev&oacute; a cabo dos proyectos muy distintos y a la vez exitosos. Por un lado, como responsable detr&aacute;s y delante de c&aacute;mara en Porno y helado &ndash;la comedia de Prime Video que renov&oacute; la din&aacute;mica de las series humor&iacute;sticas locales&ndash;; y por otro, como protagonista del largometraje El M&eacute;todo Tangalanga, de Mateo Bendesky, en donde interpreta a un personaje complejo: un t&iacute;mido oficinista argentino que se transforma en un bromista telef&oacute;nico en la Argentina de 1960.
L&acute;OFFICIEL: El humor de Tangalanga circul&oacute; en cassettes durante muchos a&ntilde;os. La gente los compraba y los escuchaba en su casa o en el auto, una costumbre que ya no existe. A tu criterio, &iquest;cu&aacute;l ser&iacute;a el equivalente actual de esa pr&aacute;ctica?
MARTIN PIROYANSKY: Para m&iacute; es YouTube. Posiblemente Tangalanga haya sido el primer viral en una &eacute;poca en la que las cosas se difund&iacute;an de forma anal&oacute;gica. Y pensar hoy en un humorista talentoso que sale del under y se viraliza, incluso a pesar de s&iacute; mismo, es pensar en YouTube. Porque Internet democratiz&oacute; la exposici&oacute;n. Antes, la &uacute;nica forma que hab&iacute;a era la tele, ten&iacute;as que lograr salir ah&iacute;. Ahora cualquiera sube su material y se vuelve tendencia en TikTok, Instagram o YouTube.
L&acute;O: &iquest;Ser humorista hoy te exige producir material exclusivo para redes sociales?
MP: Son maneras, &iquest;no? Hay gente que se vuelve popular a trav&eacute;s de las redes y otra no tanto. En mi caso, por ejemplo, las uso como un divertimento. Me importa m&aacute;s hacer pel&iacute;culas y series, mi energ&iacute;a est&aacute; ah&iacute;. Y si hago alg&uacute;n v&iacute;deo intrascendente y lo subo a redes y a la gente le gusta, obviamente me voy a poner contento, pero es algo circunstancial.
L&acute;O: En una entrevista contaste que la actuaci&oacute;n de Jim Carrey en La M&aacute;scara fue una de tus fuentes de inspiraci&oacute;n al momento de hacer el personaje de Tangalanga. Es curioso porque Carrey es un actor muy gestual, mientras que tu humor va por otro lado.
MP: Claro, Jim Carrey es un actor absolutamente histri&oacute;nico, tiene una cara de goma. Y mi carrera me llev&oacute; a hacer un poco lo contrario, a un humor menos expresivo. Pocas veces tuve oportunidades como la de hacer de Tangalanga, as&iacute; que me permit&iacute; usar un poco m&aacute;s la cara, y as&iacute; componer dos personajes absolutamente opuestos. Ah&iacute; hab&iacute;a algo que se parec&iacute;a a la raz&oacute;n por la cual empec&eacute; a actuar.
L&acute;O:&nbsp; Compart&iacute;s una caracter&iacute;stica con otros actores argentinos de tu misma edad, que es la cinefilia. Les gusta recomendar series y pel&iacute;culas, algo no tan com&uacute;n en otra generaci&oacute;n de actores.
MP: Me pasa que a veces quiero aprovechar de una forma constructiva la cantidad de seguidores en las redes. Entonces si algo me gusta, o busco ayudar a alguien cuyo trabajo admiro y quiz&aacute; no tiene tanta difusi&oacute;n, uso mis redes para eso. Tambi&eacute;n me sucede que quiz&aacute; veo algo que me parece p&eacute;simo y me tiento con ponerlo en Twitter&hellip; Pero si tengo alcance, prefiero usarlo positivamente antes que defenestrar cosas. No quiere decir que nunca lo haya hecho, pero probablemente fue una pel&iacute;cula yanqui muy convencional, a la que no le afecta mi cr&iacute;tica. Pero si se trata de algo local, prefiero recomendar cosas.
L&acute;O: &iquest;Trat&aacute;s de ver pel&iacute;culas y series todos los d&iacute;as?
MP: Empec&eacute; a ver series hace relativamente poco, a partir de la escritura de Porno y helado. Debo haber visto Mad Men hace dos a&ntilde;os, m&aacute;s o menos. Una vez escuch&eacute; a David O. Russell decir que &eacute;l en su casa pon&iacute;a pel&iacute;culas como quien pone m&uacute;sica, como algo de fondo. Y yo soy un poco as&iacute; tambi&eacute;n, me identifiqu&eacute; con esa idea. Si tengo un rato, veo un fragmento de una pel&iacute;cula y despu&eacute;s, antes de irme a dormir, la termino. Un domingo quiz&aacute;s veo dos o tres seguidas. Y sobre todo me gusta ver pel&iacute;culas que ya haya visto, porque reci&eacute;n a la tercera vez le presto m&aacute;s atenci&oacute;n a c&oacute;mo la hicieron. Hay pel&iacute;culas tan buenas que te meten tanto en una historia, que te olvid&aacute;s del plano, del contraplano, del guion, de cualquier aspecto t&eacute;cnico. Est&aacute;s adentro. Y, por otro lado, el paso del tiempo te da otra perspectiva con respecto a una misma pel&iacute;cula.
L&acute;O: Porno y helado es una comedia muy contempor&aacute;nea, pero supongo que el objetivo es que ese humor sobreviva con el paso del tiempo. &iquest;C&oacute;mo trabajaste el guion para evitar lo coyuntural?
MP: Lo coyuntural es inevitable, en ese sentido es una batalla perdida. Somos de este momento, estamos haciendo humor hoy. En mi caso, trato de entender qu&eacute; est&aacute; bien y qu&eacute; est&aacute; mal hoy. Hay millones de posibilidades para hacer humor sin ofender, pero si lo vemos de ac&aacute; a 20 a&ntilde;os, probablemente haya pifiado en un mont&oacute;n de cosas, porque as&iacute; funciona el mundo. Quiz&aacute;s de ac&aacute; a veinte a&ntilde;os alguien vea una pel&iacute;cula y diga &ldquo;Che, &iquest;est&aacute;n comiendo carne de vaca? &iquest;Eso hac&iacute;a la gente?&rdquo;. Es un ejemplo, por decir algo, no s&eacute; c&oacute;mo ser&aacute; el futuro. S&iacute; trato de entender c&oacute;mo funciona el presente. Los que generamos contenido tenemos una responsabilidad y hay que tratar de estar a la altura, no eludir lo que est&aacute; pasando.
L&acute;O: &iquest;Revisaste el guion con otras personas?
MP: Absolutamente. En el caso de Porno y helado, escribimos los primeros guiones con Santiago Korovsky. Hab&iacute;a chistes que nos parec&iacute;an muy jugados. Y cuando hice las &uacute;ltimas versiones de cada guion, convoqu&eacute; a Martina L&oacute;pez Robol, que en un principio fue nuestra consultora de g&eacute;nero, como para ver si no la estaba errando con todos los temas que tocaba la serie, sobre todo con los del personaje de Pablo, que es bastante machista o retr&oacute;grado. Y fue sorprendente, porque Martina me marc&oacute; chistes que yo no hab&iacute;a percibido como ofensivos, y otros, que yo cre&iacute;a ofensivos, a Martina le parec&iacute;an bien. Ella entend&iacute;a claramente el tipo de personaje que era Pablo, d&oacute;nde est&aacute; parada la serie y d&oacute;nde el personaje. Despu&eacute;s la convoqu&eacute; para que fuera guionista y reescribimos todo de nuevo con ella.
L&acute;O: &iquest;C&oacute;mo es tu proceso de escritura?
MP: La escritura es lo que m&aacute;s tiempo me lleva, siempre. Puedo estar a&ntilde;os para escribir el guion de una pel&iacute;cula o una serie, por eso siempre voy atrasado. Cuando termino de escribir un proyecto y su realizaci&oacute;n se retrasa, o lo que sea, para m&iacute; ese tiempo es muy valioso, porque puedo aprovecharlo para escribir otra cosa que tengo en carpeta. Por ejemplo, se atrasaron algunas cosas para la segunda temporada de Porno y helado, as&iacute; que estoy escribiendo una pel&iacute;cula, porque s&eacute; que es un proceso muy lento, de tres a cuatro horas diarias. Llegar a una versi&oacute;n de un guion lleva meses&hellip; Y despu&eacute;s viene la reescritura.
Fotograf&iacute;as: Camila Fortunato. Estilismo: Delfina Tulli. Maquillaje y peinado: Joaqu&iacute;n Vega Caro. Asistente de fotograf&iacute;a: Juan Ignacio D&rsquo;Arrigo. Asistente de estilismo: Lara Martinsen.

El método Piroyansky

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