Tejer en telar y criar a una hija que le ense&ntilde;&oacute; a mirar distinto: de esa confluencia naci&oacute; el proyecto artesanal de Paula Messiez.&nbsp;

&ldquo;Amparo Scalese como marca naci&oacute; hace tres a&ntilde;os durante un viaje al norte argentino. En ese recorrido descubr&iacute; una conexi&oacute;n muy &iacute;ntima entre mi hija Amparo y el tejido en telar. Ella es la tercera de mis cuatro hijos y &uacute;nica hija mujer. Al nacer sufri&oacute; un derrame cerebral que dej&oacute; secuelas en su desarrollo. Dice pocas palabras y percibe la vida de una manera distinta, m&aacute;s pausada, m&aacute;s en tiempo presente. Su mundo no corre y el tejido en telar tiene mucho de eso, tiene sus tiempos y su calma. Esa conexi&oacute;n me inspir&oacute; a crear un proyecto que tiene esa misma esencia&rdquo;.
Con sentido
Paula Messiez tiene 52 a&ntilde;os y teje en telar desde los 10. Vive en Carlos Casares, una ciudad ubicada a poco m&aacute;s de 300 kil&oacute;metros de Buenos Aires, y desde all&iacute; gestiona su proyecto artesanal de ponchos, nombrado Amparo Scalese en honor a su hija. Dice que lo hace con el coraz&oacute;n, que dedicarse a su marca le llega en un momento de su vida en que dispone del tiempo para hacerlo. &ldquo;Tengo cuatro hijos criados, a los que me dediqu&eacute; casi exclusivamente&rdquo;. As&iacute; se reconoce en la nueva etapa de la vida en que puede dar espacio al desarrollo personal y profesional generando un cambio en su mirada. &ldquo;Cuando Ampi estuvo complicada dej&eacute; de tejer, entonces este viaje fue volver a mi ra&iacute;z tambi&eacute;n&rdquo;, dice de su visita al Norte, donde descubri&oacute; c&oacute;mo el poncho, con sus tiempos de tejido y su simbolog&iacute;a se pod&iacute;a relacionar de una manera profunda con el modo en que su hija Amparo, de veinte a&ntilde;os, vive la vida: sin apuro y con sentido.&nbsp;
Hilo y tiempo
&ldquo;Eleg&iacute; el poncho porque es una pieza cargada de tradici&oacute;n que me permite reinterpretar lo ancestral con una mirada contempor&aacute;nea, pero siempre honrando su origen&rdquo;, relata sobre la colecci&oacute;n artesanal de esta pieza tradicional que en Amparo Scalese se colorea en turquesa, fucsia, amarillo y naranja, adem&aacute;s de los tonos cl&aacute;sicos. La confecci&oacute;n est&aacute; a cargo de una familia que conoci&oacute; en su visita a Cachi. Paula se ocupa del dise&ntilde;o, de la carta de colores y luego recibe el producto terminado que comercializa, por ahora, exclusivamente en su tienda online. Los ponchos son realizados con lana 100 % natural y se ti&ntilde;en con pigmentos naturales, desde cochinilla hasta c&aacute;scara de nuez o corteza de &aacute;rboles, por lo que cada dise&ntilde;o es &uacute;nico. El proceso empieza con la esquila de las ovejas, luego se limpia la lana y se deja secar al sol. Las fibras naturales se trabajan con huso o rueca para convertirlas en hilado, manteniendo as&iacute; las t&eacute;cnicas ancestrales y corporizando en este hacer de qu&eacute; se trata el tiempo.&nbsp;

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