En tiempos de e-commerce, &iquest;qu&eacute; debe tener una tienda para que la gente no solo quiera visitarla, sino que sue&ntilde;e con quedarse a vivir? Secretos de una directora de arte.

&ldquo;&iquest;Por qu&eacute; no habr&iacute;a de ser la ciudad, tambi&eacute;n ahora, una fuente de poes&iacute;a?&rdquo;, se pregunta Le Corbusier casi al inicio de L&rsquo;Urbanisme, un ensayo publicado en Par&iacute;s en 1924 y traducido al espa&ntilde;ol como La ciudad del futuro. Si bien fue concebido como una respuesta y una soluci&oacute;n al crecimiento desmedido de las ciudades de fines del siglo XIX e inicios del XX, en este texto empezaron a dibujarse los fundamentos filos&oacute;ficos del urbanismo moderno. Dentro de esta mirada, y a riesgo de caer en el reduccionismo, el espacio urbano con sus estructuras, materiales y s&iacute;mbolos moldea emociones y rutinas: opera como un condicionante est&eacute;tico, funcional y emotivo de la vida contempor&aacute;nea.&nbsp;
Entre libros sobre arquitectos &ndash;Gio Ponti, Tadao Ando, Mies van der Rohe, el propio Le Corbusier&ndash;, Coty Largu&iacute;a habla a c&aacute;mara. &ldquo;&iquest;Por qu&eacute; surge en este momento que los proyectos de arquitectura est&eacute;n liderados por perfiles como el m&iacute;o?&rdquo;, se pregunta refiri&eacute;ndose a la etiqueta de Directora de Arte. &ldquo;Porque antes el proceso era distinto: se armaba la caja arquitect&oacute;nica y luego se decoraba. Hoy se piensa de otra manera porque el usuario espera vivir una experiencia&rdquo;.&nbsp;
Su estudio, que lleva su nombre, se especializa en el dise&ntilde;o de restaurantes, boutiques y oficinas, espacios en los que vivimos escenas, fragmentos de nuestras vidas. &ldquo;Por formaci&oacute;n y por mi esencia soy escen&oacute;grafa. Pese a que hoy no me dedico a lo teatral, sigo abordando los trabajos como si fueran el desarrollo de una historia. El objetivo es generar que en ese lugar pase algo&rdquo;.&nbsp;
As&iacute;, al l&iacute;mite de una instalaci&oacute;n art&iacute;stica y desprovistos &uacute;nicamente de su car&aacute;cter ef&iacute;mero, los espacios imaginados y ensamblados por Coty Largu&iacute;a solo se dan por finalizados en la interacci&oacute;n con el p&uacute;blico. &ldquo;Hoy el dise&ntilde;o tiene que ser m&aacute;s democr&aacute;tico y la gran misi&oacute;n es que los lugares representen a los usuarios. Tienen que estimular e inspirar pero tambi&eacute;n representar el mood en el que la gente quiere estar. Las oficinas se parecen m&aacute;s a hogares que a lugares supers&oacute;nicos: los trabajadores, en realidad, preferir&iacute;an quedarse en su casa&rdquo;. Lo mismo, explica, ocurre en el caso de las compras online. &ldquo;Si voy f&iacute;sicamente a un local espero que este me devuelva algo: hay una expectativa grande sobre la experiencia f&iacute;sica en cualquier aspecto&rdquo;.&nbsp;&nbsp;
La boutique y l&iacute;nea de productos del Teatro Col&oacute;n, el caf&eacute; de la pizzer&iacute;a Togni&rsquo;s, restaurantes como Kōnā y Evelia, el flagship store de Mar&iacute;a Cher: su lenguaje empapa los lugares en los que ocupamos (&iquest;o invertimos?) el ocio, cambiamos nuestra rutina, escapamos un poco. Apenas ruidoso como para atraernos, lo suficientemente discreto para no aturdirnos. &ldquo;El equilibrio &ndash;lo m&aacute;s dif&iacute;cil de conseguir&ndash; es el norte: todo tiene que estar ecualizado. Ten&iacute;a un profesor que dec&iacute;a que la peor escenograf&iacute;a es la aplaudida. &iquest;Por qu&eacute;? Porque la ambientaci&oacute;n tiene que estar a merced de la obra. Por ejemplo, en gastronom&iacute;a, los espacios tienen que acompa&ntilde;ar la experiencia pero el espect&aacute;culo es la comida: si el lugar es espectacular pero la propuesta es mala, no sirve&rdquo;.
Pregunto si suele ir al teatro. &ldquo;Voy una vez por mes, por lo menos, y tambi&eacute;n mucho al Col&oacute;n. Tengo un grupo de amigas con las que vamos sacando entradas y armando el cronograma, y es inamovible. Balanceo mucho para tratar de hacerme espacio para todo. La maternidad es parte primordial de la agenda y siempre me organizo priorizando a mis hijos y mi trabajo&rdquo;. La transversalidad de su ocupaci&oacute;n, le sugiero, debe ser un concepto ambiguo para dos ni&ntilde;os. &ldquo;Les digo que soy dise&ntilde;adora porque es cierto que es m&aacute;s dif&iacute;cil entender el concepto de direcci&oacute;n de arte. Los llevo mucho a las obras para que vean los procesos y lo que hago. Es lindo que vean mi trabajo&rdquo;.&nbsp;
&ldquo;Pueden ser realizados: esto es lo que hace audaces a nuestros sue&ntilde;os&rdquo;, dice Le Corbusier en su libro. Si hubiera que definir el trabajo de Coty Largu&iacute;a, las palabras audacia y desfachatez ser&iacute;an adecuadas. &ldquo;Todo me interesa. Siempre estoy dispuesta a ponerme trajes que me quedan grandes. En un proyecto puede haber un arquitecto, un dise&ntilde;ador de interiores y un director de arte: yo un poco hago las tres cosas. Por m&aacute;s que no soy arquitecta a veces me encuentro dise&ntilde;ando hasta la fachada del edificio&rdquo;. Siempre fue as&iacute;. Empez&oacute; trabajando en publicidad, y a los 25 ya hac&iacute;a direcci&oacute;n de arte y coordinaba el &aacute;rea. Si sent&iacute;a que el proyecto le quedaba grande, aplicaba un truco que a&uacute;n sigue vigente: &ldquo;Cada uno sabe cu&aacute;l es su fuerte y su debilidad, y yo me siento c&oacute;moda armando equipo. Me nutro de ellos porque como entro desde lo transversal, necesito un costado formal. Igual, hoy en d&iacute;a la gente est&aacute; tan dispersa que con un poquitito de foco parece que lo que hac&eacute;s es genial. Y no s&eacute; si soy tan genial pero soy meticulosa. Soy muy organizada&rdquo;.
Fotograf&iacute;as: Francisco Ferrari. Estilismo: Silvana Grosso.&nbsp;

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