Es una de las actrices más activas en las redes sociales. Humorista, diseñadora y modelo, combina sus oficios con un entusiasmo y energía que ni la pandemia pudo frenar. 

Despu&eacute;s de comentar alguna de sus travesuras, el murci&eacute;lago hace un silencio muy breve, arquea las cejas y dice: &ldquo;Si soy bueeeenito yo&rdquo;. No se confundan, no es un personaje de Disney que habla con tonada cordobesa, sino uno de los tantos pasatiempos que <a href="https://www.instagram.com/paprykaok/">Agustina Papry Su&aacute;squita</a> se invent&oacute; en cuarentena: jugar con un filtro en sus stories de Instagram para darle vida a un protagonista tan tierno como moquero, que cuenta sus aventuras en ese formato fugaz.&nbsp;

No le hizo falta gui&oacute;n, direcci&oacute;n de c&aacute;mara, vestuario ni maquillaje. Con ese software que te cambia la cara, un poco de su histrionismo y otro poco de rapidez para inventar latiguillos, logr&oacute; uno de los hits virales del 2020, producto del encierro y el aburrimiento. Intercal&oacute; la creaci&oacute;n de contenido a un ritmo dif&iacute;cil de seguir, comprando algunas cosas por Internet (&ldquo;Lo mejor: una aspiradora que me cambi&oacute; la vida&rdquo;), viendo series (&ldquo;Me gust&oacute; The Morning Show&rdquo;) y pel&iacute;culas (&ldquo;Mujercitas, la preferida&rdquo;) con su pareja, el m&uacute;sico Tom&aacute;s Ferrero, y su gata Cleonis.

&ldquo;Soy una persona muy interactiva, todo el tiempo estoy laburando, pero de repente el encierro me llev&oacute; a conectarme m&aacute;s conmigo. No es que tuve una revelaci&oacute;n loca, fue aprender a estar m&aacute;s tranca&rdquo;, dice v&iacute;a Google Meet, desde su departamento en Buenos Aires. Hace unos a&ntilde;os ella y Tom&aacute;s dejaron el que alquilaban en el barrio de Alberdi, en C&oacute;rdoba, para seguir sus carreras en una ciudad m&aacute;s grande, dando lugar al crecimiento art&iacute;stico de cada uno.&nbsp;

Papry es una de las influencers m&aacute;s activas y populares de Argentina, hace rato que en Instagram super&oacute; el medio mill&oacute;n. Pero digamos que es correcto y a la vez injusto reducirla a eso. Actriz, humorista, modelo y dise&ntilde;adora gr&aacute;fica, esos oficios conviven en ella de manera natural, sincr&oacute;nica. &ldquo;Mi madrina estudiaba Cine y Televisi&oacute;n, algo no tan habitual en aquel momento. Siempre filmaba cortos y yo me sumaba, porque era la graciosa de la familia&rdquo;, recuerda Papry, como la apodaron desde chiquita. &ldquo;Y ya en la adolescencia, esa vocaci&oacute;n se me adormeci&oacute; un poco. Me aboqu&eacute; energ&eacute;ticamente al boludeo, los pibes, esas cosas. Fue un &ldquo;ni nos vimos&rdquo; con toda esa parte art&iacute;stica. Reci&eacute;n al final de la secundaria formamos <a href="https://www.youtube.com/channel/UC8j2ipLBwVmiSj22Wp7VJeQ">Hecatombe!</a> y lo sent&iacute; como volver a algo familiar&rdquo;.&nbsp;

<a href="https://www.youtube.com/channel/UC8j2ipLBwVmiSj22Wp7VJeQ">Hecatombe!</a> marc&oacute; un hito para el teatro independiente de C&oacute;rdoba. Creado por siete compa&ntilde;eros de curso del colegio Fernando Fader (Agustina era la &uacute;nica mujer), propon&iacute;a un tipo de comedia que oscilaba entre el humor cordob&eacute;s y las referencias mileniales, algo llamativo para la &eacute;poca, no solo por la juventud de los integrantes (apenas pasaban los 20), sino porque su escenario natural no era una sala: era YouTube. Los siete tra&iacute;an formaci&oacute;n teatral, pero su p&uacute;blico creci&oacute; m&aacute;s que por entradas vendidas, por visualizaciones de sus videos.&nbsp;

“Soy una persona muy interactiva, todo el tiempo estoy laburando, pero de repente el encierro me llevó a conectarme más conmigo. No es que tuve una revelación loca, fue aprender a estar más tranca”.

&ldquo;En ese momento casi no se hablaba de youtubers, as&iacute; que fuimos armando el camino. Y sumado a eso, hac&iacute;amos algo distinto, porque eran sketches, algo muy raro para el formato&rdquo;, dice sobre aquellos primeros d&iacute;as del grupo, que a&uacute;n sigue produciendo contenido para Internet, adem&aacute;s de obras de teatro tradicionales (en cuarentena escribieron dos pel&iacute;culas y varios guiones). &ldquo;YouTube es muy cambiante, a cada rato se modifican las reglas y eso te vuelve m&aacute;s vers&aacute;til&rdquo;.

Espont&aacute;nea, puede subir una foto superest&eacute;tica a su feed, mientras en sus stories despotrica porque se le rompi&oacute; algo en la cocina. Esa mezcla entre lo glamoroso y lo cotidiano es una de sus marcas registradas: &ldquo;Me divierto mucho en las redes, me relaciono con la gente, respondo mensajes. Estoy generando contenido, pero no me siento sola, formamos una comunidad. Me tiran un tema, yo hablo de eso y me muero de la risa&rdquo;.&nbsp;

Tambi&eacute;n sabe c&oacute;mo unir sus pasiones en un mismo proyecto. El a&ntilde;o pasado junt&oacute; moda y dise&ntilde;o con una marca de ropa (Sabor x Papryka). O con sus batallas de looks inspiradas en personajes de series o pel&iacute;culas, otra de las ideas que pudo concretar gracias al tiempo que le dej&oacute; la cuarentena.

Adem&aacute;s, defiende sus convicciones y las comunica. &ldquo;Trato de esquivarle a la tibieza, sobre todo en lo relacionado con el feminismo. Atraves&eacute; situaciones que me marcaron, al igual que todas, y no quiero que les pase a otras mujeres. As&iacute; que tengo que aprovechar el micr&oacute;fono p&uacute;blico&rdquo;. Su postura tambi&eacute;n se expresa en Hecatombe! M&aacute;s all&aacute; del humor, el grupo decidi&oacute; tomar posici&oacute;n. &ldquo;Fue un desaf&iacute;o grande tratar esos temas sin dejar de lado la comedia&rdquo;.

Todo el a&ntilde;o pasado estuvo recluida en esos pocos metros cuadrados en Buenos Aires, pero aprovech&oacute; el verano para visitar a su familia y amigas en C&oacute;rdoba y recargar energ&iacute;as para este 2021.&nbsp;

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