Pez Banana, Club Carbono y Mageia. Tres propuestas diferentes y un&nbsp;mismo objetivo: compartir la pasi&oacute;n por la lectura.

El consumo actual de cultura plantea una encrucijada que se viene se&ntilde;alando desde hace a&ntilde;os: gracias a las plataformas digitales, la posibilidad de ver pel&iacute;culas, escuchar canciones o leer libros es m&aacute;s simple que nunca, pero la amplitud de la oferta no siempre garantiza buenos resultados. Algunos apuntan a la l&oacute;gica de los algoritmos, que suelen sugerir caminos f&aacute;ciles, ya transitados; otros se dan por vencidos, sin saber qu&eacute; elegir y qu&eacute; descartar.
La lectura requiere de tiempo y dedicaci&oacute;n, es una actividad que no se lleva bien con los est&iacute;mulos permanentes de esta era hiperconectada. Tal vez eso explique el &eacute;xito de los clubes de lectura en Argentina, que proponen un di&aacute;logo pausado con un libro, a trav&eacute;s de un intercambio entre los impulsores y su comunidad.&nbsp;
Los casos de Pez Banana, Club Carbono y Mageia apuntan hacia ese refugio. Si bien cada uno tiene sus caracter&iacute;sticas propias, los une la &eacute;poca. Es decir, la pandemia (y el confinamiento) los ayudaron a hallar su prop&oacute;sito: compartir el entusiasmo por la lectura y por la conversaci&oacute;n que genera.

Creado e impulsado por Florencia Ure y Santiago Llach, Pez Banana propone &ldquo;un libro por mes en la puerta de tu casa&rdquo;. Previa suscripci&oacute;n, los miembros del club reciben una novedad editorial elegida especialmente por la dupla.
Claro que no se trata de una elecci&oacute;n al azar, ambos son fan&aacute;ticos de los libros: Ure trabaj&oacute; durante muchos a&ntilde;os en diferentes sellos editoriales y Llach es escritor, docente, traductor y uno de los responsables del &ldquo;Mundial de Escritura&rdquo;, un aut&eacute;ntico hit literario de los &uacute;ltimos dos a&ntilde;os.
&ldquo;El criterio es claro: nos tiene que gustar mucho. Obvio, tenemos en cuenta las opiniones y qu&eacute; libros fueron festejados por los socios. Pero hasta ah&iacute;, porque con cientos de voces es imposible no marearse y desperfilarse&rdquo;, dice Ure sobre el proceso de selecci&oacute;n de los t&iacute;tulos. &ldquo;Cuando nos juntamos a ver los comentarios hay de todo, entonces nos aferramos al criterio de nuestro gusto, que siempre nos centra y nos gu&iacute;a&rdquo;.
Despu&eacute;s del env&iacute;o y la lectura, se hace una puesta en com&uacute;n con toda la comunidad. &ldquo;Intentamos cambiar mes a mes de modo que la selecci&oacute;n sea variopinta&rdquo;, plantea Ure. &ldquo;Santiago y yo somos amigos hace muchos a&ntilde;os. El verano antes de la pandemia, almorzamos y despu&eacute;s Santi intent&oacute; en vano ense&ntilde;arme a andar en monopat&iacute;n. En medio de esta situaci&oacute;n rid&iacute;cula se nos ocurri&oacute; lo del club. Siempre hablamos de libros y tuvimos trabajos relacionados con ellos. Nuestros hijos son muy lectores, nuestros amigos tambi&eacute;n. Imposible zafar porque son una parte importante de nuestro d&iacute;a. Nunca no estamos leyendo. &iexcl;Y comprando!&rdquo;.
M&aacute;s en <a href="https://pezbanana.club">https://pezbanana.club</a>

Pez Banana

&ldquo;Elijo los libros intentando pensar si es algo que va a gustar en el club, pero tambi&eacute;n pensando que sea una lectura que pueda acompa&ntilde;arse con varios mails durante el mes. Me gusta elegir libros que tienen varios hilos para tirar&rdquo;, dice Sebasti&aacute;n Lidijover, responsable de Club de lectura Carbono. A diferencia de otras propuestas, el club no distribuye los libros que analiza, pero s&iacute; ofrece un mapa bastante completo de d&oacute;nde encontrarlos.
De esa manera, los suscriptores est&aacute;n motivados por la curiosidad que despiertan los correos que env&iacute;a Lidijover, quien adem&aacute;s trabaja para el sello Anagrama y la versi&oacute;n en espa&ntilde;ol de la popular app Bookmate. &ldquo;Tambi&eacute;n tengo muy presente, porque es algo que suelen decirme, que el club es una forma de llegar a libros que quiz&aacute;s no hubieran le&iacute;do&rdquo;.
&ldquo;Nuestro club de lectura naci&oacute; pand&eacute;mico. No porque haya nacido en la pandemia &mdash;comenzamos en octubre del 2019&mdash; sino por nuestra din&aacute;mica: conectarse con otras personas de una forma no presencial, a trav&eacute;s de los mails, y con la particularidad de que cada persona puede hacerlo a su tiempo&rdquo;, agrega. &ldquo;En las primeras semanas de la pandemia, con ese confinamiento tan raro que tuvimos que vivir, el club fue una forma de sentirse parte de algo. Con solo tirarse en el sill&oacute;n a leer el mismo libro que cientos est&aacute;n leyendo al mismo tiempo sent&iacute;s que sos parte de una comunidad y la experiencia de lectura se vuelva algo distinto&rdquo;.
M&aacute;s en <a href="https://www.carbonolibros.com.ar">https://www.carbonolibros.com.ar</a>

Club Carbono

&ldquo;Cl&aacute;sicos del Siglo XX&rdquo; es el nombre de la suscripci&oacute;n literaria mensual con la que cuenta Mageia, una plataforma de cursos de arte on demand. &iquest;De qu&eacute; se trata? &ldquo;Te llega un paquete todos los meses, que incluye un libro y links a dos p&oacute;dcast con datos y reflexiones, t&eacute; en hebras y otras sorpresas&rdquo;, explica Mery Ibarz&aacute;bal, fundadora de este proyecto. &ldquo;Lo lleva adelante Cynthia Smart, con el prop&oacute;sito de desarmar el siglo XX y conversar sobre las ideas de ese contexto a trav&eacute;s de la lectura de sus grandes obras&rdquo;.
Smart, escritora y docente, tambi&eacute;n dicta el curso &ldquo;Acercamiento a la literatura argentina contempor&aacute;nea&rdquo;, disponible en la plataforma, en el que se abordan tres t&iacute;tulos recientes: El nervio &oacute;ptico (Mar&iacute;a Gainza), Las aventuras de la China Iron (Gabriela Cabez&oacute;n C&aacute;mara) y Los mejores d&iacute;as (Magal&iacute; Etchebarne).
Mageia ofrece varios cursos a cargo de referentes en diversas disciplinas. El usuario elige el que le interesa y, una vez que lo compr&oacute;, tiene acceso a las clases para verlas en el momento que quiera.
&ldquo;Yo soy abogada, de hecho ejerc&iacute; la profesi&oacute;n con mucha intensidad por 10 a&ntilde;os. Pero el contexto de la pandemia me permiti&oacute; reconectarme con un gran deseo personal vinculado a la escritura&rdquo;, cuenta Ibarzabal sobre el origen de su emprendimiento, que tambi&eacute;n est&aacute; presente en la librer&iacute;a Eterna Cadencia. &ldquo;Estar conectada con el arte, con lo l&uacute;dico, fue lo que hizo que germinara este proyecto: una plataforma que promoviera o acercara el arte al p&uacute;blico en general, como pastillas culturales que se acomoden a los tiempos vertiginosos en que vivimos&rdquo;.
M&aacute;s en <a href="https://www.mageia.com.ar">https://www.mageia.com.ar</a>

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