La colección de 1991 que el diseñador hizo en conjunto con las tiendas populares Tati ya es un clásico.

Bajo la direcci&oacute;n de Olivier Saillard, la cuarta exposici&oacute;n organizada por la Asociaci&oacute;n Azzedine Ala&iuml;a trae un soplo de aire fresco. Muestra &ndash;hasta enero de 2020-&nbsp;la ropa dise&ntilde;ada por el dise&ntilde;ador Ala&iuml;a para su colecci&oacute;n de verano de 1991. El estilista fue el primero en democratizar la moda al asociarse con la marca Tati, cuyo lema era &quot;Los precios m&aacute;s bajos&quot;.&nbsp;Hoy las&nbsp;colaboraciones de ese tipo son m&aacute;s frecuentes, especialmente entre H&amp;M y las marcas de lujo, pero Azzedine Ala&iuml;a fue un precursor al introducir&nbsp;esta pr&aacute;ctica a principios de los 90.

La historia de la colecci&oacute;n

Sastre de excepci&oacute;n, Azzedine Ala&iuml;a sab&iacute;a c&oacute;mo conquistar el mundo de la moda &ndash;tambi&eacute;n la calle&ndash;&nbsp;con sus creaciones refinadas, sus vestidos ajustados y sus trajes de corte perfecto. Por principios y por humildad, no despreciaba&nbsp;ning&uacute;n material: tanto las telas nobles, las pieles y&nbsp;cueros como los&nbsp;algodones modestos tienen virtudes que deben seguirse. As&iacute;, inspirado en las pinturas de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Julian_Schnabel" target="_blank">Julian Schnabel</a>, Ala&iuml;a decidi&oacute; reutilizar el famoso print rosa y blanco de la marca Tati. En 1991, el modisto revel&oacute;: &quot;Sucedi&oacute; gracias a mi amigo Julian Schnabel, que quer&iacute;a una lona con el famoso dise&ntilde;o&nbsp;pied-de-coq&quot;. Este motivo, de hecho, era el de las tiendas Tati&quot;. En las pasarelas, las modelos top de los 90, como su musa Naomi Campbell, hicieron que el estampado vichy y el pied-de-coq&nbsp;fuera tendencia, incluso, sexy. Aquella colecci&oacute;n Ala&iuml;a-Tati&nbsp;de inmediato tuvo &eacute;xito.&nbsp;

Una exposici&oacute;n para no perderse

Casi todas las tiendas Tati bajar&aacute;n sus persianas en 2020, por lo que esta exposici&oacute;n en el 18 de la rue de Verrerie, en Par&iacute;s, est&aacute; te&ntilde;ida de una doble nostalgia. Sin embargo, la puesta en escena de esta colecci&oacute;n es profundamente alegre y ligera: motivos de pied-de-poule y pied-de-coq&nbsp;se mezclan en colores brillantes, como el rosa fuerte, que es&nbsp;emblem&aacute;tico. Monos tejidos, blazers&nbsp;de sarga, camperas cortas y ajustadas, el denim reversionado, los pantalones por encima del tobillo y los chupines comparten el espacio.&nbsp;Bajo el techo de cristal, tres creaciones de Schnabel, dos pinturas de Christoph Von Weyhe, dos fotograf&iacute;as de Ellen Von Unwerth y una docena de ilustraciones de Thierry P&eacute;rez subliman y aportan a&uacute;n m&aacute;s significado a la exposici&oacute;n. Una colecci&oacute;n decididamente contempor&aacute;nea a pesar de de que ya suma tres d&eacute;cadas.

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Azzedine Alaïa: una muestra sobre el primer demócrata de la moda

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