Unas vacaciones en la playa le cambiaron la vida. Martina Alvarez bucea con tiburones y crea conciencia sobre la importancia de esta especie en el oc&eacute;ano.

&ldquo;Nos ense&ntilde;aron un mundo hecho para humanos. Un concepto egoc&eacute;ntrico donde primero venimos nosotros y despu&eacute;s los animales&rdquo;, dice Martina &Aacute;lvarez mientras narra uno de los momentos m&aacute;s significativos de su vida, en M&eacute;xico, lugar de revelaci&oacute;n donde confirma que su prop&oacute;sito ser&aacute; con y para el oc&eacute;ano. &ldquo;Ah&iacute; cumpl&iacute; el sue&ntilde;o de nadar con un tibur&oacute;n ballena, el pez m&aacute;s grande del mar. Me tir&eacute; al agua desde una lancha, hab&iacute;a que saltar r&aacute;pido. En ese encuentro me vi diminuta. Pens&eacute; `es imposible que yo sea superior a este animal&acute;. &Eacute;ramos dos especies reconoci&eacute;ndonos, coexistiendo&rdquo;.
Martina &Aacute;lvarez (@oceanomartina) es periodista ambiental, instructora de buceo, activista. Es la primera mujer latinoamericana dedicada a documentar la sobrepesca de tiburones. Missing Shark es el comienzo de un camino que le abri&oacute; las puertas para filmar un cap&iacute;tulo de la serie Free Range Humans. Y que ahora la encuentra en la etapa de posproducci&oacute;n de una nueva serie sobre el tema. &ldquo;Como mujer, el mar me liber&oacute;. Ah&iacute; no importa c&oacute;mo est&aacute; tu pelo. Sos vos y la naturaleza, y conect&aacute;s con tu lado animal porque est&aacute;s rodeada de animales&rdquo;. A trav&eacute;s del programa Women of the Ocean anima y acompa&ntilde;a a comunidades de mujeres a bucear y explorar el mundo marino.&nbsp;
Sus comienzos fueron lejos de las olas: estudi&oacute; comunicaci&oacute;n y trabajaba en marketing de moda en Buenos Aires. Un viaje con amigas a Tailandia fue el tim&oacute;n de su volantazo. Luego de bucear por primera vez abraz&oacute;&nbsp;el mar para siempre, lo convirti&oacute; en su br&uacute;jula. &ldquo;Empec&eacute; a viajar para encontrarlo&rdquo;.
L&rsquo;OFFICIEL: &iquest;C&oacute;mo empieza tu relaci&oacute;n con los tiburones?&nbsp;
MARTINA ALVAREZ: Despu&eacute;s de ese primer buceo en Tailandia, mis amigas siguieron viaje y yo decid&iacute; quedarme haciendo un curso. Me concentr&eacute; cien por ciento en eso, fue muy natural, flu&iacute;a debajo del agua, me sent&iacute;a c&oacute;moda. Meses despu&eacute;s, ya en Argentina, apareci&oacute; la posibilidad de hacer un intercambio a M&eacute;xico para seguir aprendiendo buceo. Ah&iacute; me cruc&eacute; con el primer tibur&oacute;n, tuve mi primer buceo nocturno, mi primer buceo en cuevas y cenotes. Ese tibur&oacute;n qued&oacute; filmado en Missing Shark. Estaba en el fondo del mar con un fot&oacute;grafo y me perd&iacute;. De repente veo que otros buceadores miraban algo fijo a lo lejos y me acerqu&eacute;. Vi sus branquias, su aleta, nadamos juntos unos segundos que me parecieron eternos y &eacute;l sigui&oacute;. Cuando sal&iacute; del agua, les pregunt&eacute; a los buzos si eso era un tibur&oacute;n y todos se mataron de risa. No pod&iacute;an creer que no lo supiera. Yo nunca hab&iacute;a visto uno y adem&aacute;s cre&iacute;a que mord&iacute;an y atacaban. Pero nada de eso pas&oacute;. A partir de ah&iacute; empec&eacute; a cuestionarme muchas cosas.&nbsp;

"Bucear cambi&oacute; mi forma de ver el mundo&rdquo;

L&rsquo;O: En Missing Shark dec&iacute;s que el tibur&oacute;n es el animal menos comprendido y con peor fama del planeta. Sin embargo, en Panam&aacute; nadaste con 30 tiburones, y en M&eacute;xico, con un tibur&oacute;n ballena. &iquest;En qu&eacute; crees que se basa toda esa contradicci&oacute;n?&nbsp;
MA: Por a&ntilde;os nos vienen contando historias que no tienen nada que ver con la realidad. El tibur&oacute;n es muy importante en el mar porque al ser el m&aacute;ximo depredador junto a la Orca, regula la cadena alimenticia de las dem&aacute;s especies. Al investigar me fanatic&eacute;, aprend&iacute; que est&aacute;n en el planeta desde antes que los dinosaurios, que cuentan con unos sensores que detectan los campos electromagn&eacute;ticos y pueden sentir tu energ&iacute;a. Y algo muy importante: los humanos no forman parte de su cadena alimenticia. Un tibur&oacute;n en el mar es el primer indicador de un oc&eacute;ano saludable pero les estamos haciendo much&iacute;simo da&ntilde;o, los controles que regulan la pesca no son suficientes. Y el miedo que les tenemos hace que el qu&oacute;rum para protegerlos sea menor. Hay gente manifest&aacute;ndose para proteger a las ballenas o a los delfines, pero muy poca a los tiburones. Es dif&iacute;cil proteger lo que no conoc&eacute;s.&nbsp;
L&rsquo;O: &iquest;Y cu&aacute;les son las acciones imprescindibles para protegerlos? &iquest;Ves transformaciones positivas en este &uacute;ltimo tiempo?
MA: Creo que hay m&aacute;s conciencia. Antes mis amigas me cargaban y me dec&iacute;an Lisa Simpson. Hoy hay muchas Lisas. El oc&eacute;ano est&aacute; ocupando un lugar cada vez m&aacute;s importante en la agenda ambiental, pero todav&iacute;a vivimos de espaldas al mar. En mis primeros buceos pensaba, &iquest;c&oacute;mo es que nadie me habl&oacute; de esto en el colegio? Argentina es 36 % oc&eacute;ano, y conocemos muy poco de su vida marina. La visi&oacute;n de conectividad es fundamental para entender lo que pasa. Si se protegen los tiburones en Uruguay pero no se protegen en Argentina, ellos migran y estamos en la misma. El oc&eacute;ano es uno, hay que ponerse de acuerdo para protegerlo. Hay mucha pesca ilegal no declarada, que sucede a partir de la Milla 200 donde el mar es de todos, patrimonio de la humanidad.&nbsp;

"Es dif&iacute;cil proteger lo que no conoc&eacute;s"

L'O: &iquest;Cu&aacute;l fue tu mayor aprendizaje bajo el agua?&nbsp;
MA: Pas&eacute; de una visi&oacute;n egoc&eacute;ntrica a una de coexistencia. Eso cambi&oacute; mi forma de ver el mundo, la vida marina y los animales. Estar en el fondo del mar te transforma. Pas&aacute;s muchas horas en silencio. Ahora estoy en otra etapa, m&aacute;s comunicadora. Pero en mi momento de mayor exploraci&oacute;n por ah&iacute; me met&iacute;a cinco veces por d&iacute;a a bucear. Ves el comportamiento de la vida marina. Hay animales m&aacute;s curiosos, otros que no quieren interactuar con vos. Vas aprendiendo a escucharlos y respetarlos. Una de las experiencias m&aacute;s incre&iacute;bles fue nadar con una familia de siete orcas. Estaba buceando con una experta y se nos acercaron. Ven&iacute;an, nos daban la vuelta, iban y volv&iacute;an. Estaban c&oacute;modas, y eso era incre&iacute;ble. Abajo del agua empez&aacute;s a sentir los arrecifes como si fueran el jard&iacute;n de tu casa. El oc&eacute;ano no es siempre el mismo, ves sus mutaciones, sus visitantes. Hay que conocer esa belleza. Con su perfecci&oacute;n y su fuerza, el oc&eacute;ano es capaz de modificar nuestro mundo y nuestras acciones.&nbsp;

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