Se siente cómoda escribiendo y le gusta saber que otras compañeras trans se identifican con lo que cuenta. Su activismo habita en las palabras, en las ideas y en las marchas. 


&ldquo;Cuando una travesti entra a la Universidad, le cambia la vida a esa travesti. Cuando muchas travestis entran a la Universidad, le cambian la vida a toda la sociedad&quot;, dec&iacute;a Lohana Berkins, una de las impulsoras de la Ley de Identidad de G&eacute;nero, fallecida hace cinco a&ntilde;os por una hepatitis. Sus palabras resonar&aacute;n por siempre en la piel de su amiga y colega <a href="http://instagram.com/vioalegre">Violeta Alegre</a>, activista travesti trans.

Violeta es desde 2020 la titular de la Oficina de Identidad de G&eacute;nero y Orientaci&oacute;n Sexual del Observatorio de G&eacute;nero en la Justicia de CABA. Adem&aacute;s, es conocida como DJ Invertida &ndash;su alter ego frente a las bandejas de m&uacute;sica electr&oacute;nica&ndash;, cofundadora, con Marlene Wayar y Susy Shock, de la Colectiva Lohana Berkins y columnista de P&aacute;gina 12 y de agencia Presentes. Mientras habla acerca de binarismos, el cupo laboral travesti y la necesidad de una agenda emocional, la potente mirada en sus ojos dulces y rasgados penetra igual que sus ideas, que va dilucidando con calma y seguridad.&nbsp;

Se reconoce privilegiada dentro de su colectivo disidente. Por estar viva a los 41 y haber superado el promedio trava y trans de 35 a&ntilde;os. Por tener una familia que abraz&oacute; su identidad desde peque&ntilde;a y la ayud&oacute; a desarrollar relaciones sentimentales consensuadas y amorosas. Por haberse formado profesionalmente en la Diplomatura de G&eacute;neros, Pol&iacute;tica y Participaci&oacute;n de la Universidad Nacional de General Sarmiento &ndash;donde conoci&oacute; a Wayar y Berkins&ndash; que la llev&oacute; a trabajar para Naciones Unidas y el Banco Mundial. Con todos estos privilegios asumi&oacute; la responsabilidad de escribir y hablar de aquellas cuestiones que muchas de sus compa&ntilde;eras no pod&iacute;an articular, pero que identifican en cada sentimiento que expone su pluma.

 
Describe su adolescencia como una etapa compleja y solitaria al no contar con respuestas te&oacute;ricas a sus inquietudes ni con referentes identitarias, m&aacute;s all&aacute; de alguna personalidad medi&aacute;tica. Viv&iacute;a en Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires, y usaba la m&uacute;sica de Portishead, Bjork y Massive Attack como escape y refugio de un mundo externo que auguraba oscuro. Pero ante las contusiones amorosas, Violeta pon&iacute;a la otra mejilla. &ldquo;Creo poder expresar con sensibilidad ciertas tem&aacute;ticas por mi trayectoria vital, pero no estoy enojada con todo el mundo. O s&iacute;. Me enoja el mundo y reconozco que est&aacute; todo mal, pero no quiero perder la amorosidad para construir&rdquo;, dice, y agrega que lo mismo le sucede desde el activismo; que, aunque la realidad sea muy violenta con ellas, ya no puede estar en lugares que no construyen desde la empat&iacute;a. Por esa raz&oacute;n elige poner el cuerpo y el talento al servicio de la teor&iacute;a travesti en los medios, en espacios de capacitaci&oacute;n como tambi&eacute;n tomar la calle cuando hace falta: &ldquo;Las marchas para nosotras son espacios de visibilizaci&oacute;n, de encuentro, pero tambi&eacute;n de cuidado porque interpelamos a un mundo que nos est&aacute; mirando&rdquo;.

“Trato de tener cierta sensibilidad y hablar sobre qué nos pasa a nosotras cuando nos enamoramos, con nuestros cuerpos y nuestras genitalidades”.

L&#39;Officiel: &iquest;C&oacute;mo te encontraron las noticias recientes en relaci&oacute;n con la ampliaci&oacute;n de derechos por el Cupo Laboral Travesti Trans y el DNI no binario?&nbsp;&nbsp;

VA: Me pone muy contenta saber que en Argentina estamos avanzando mucho gracias al activismo fuerte que se inici&oacute; en los noventa por parte de las travestis. En el mundo nos miran como referentes por tener una Ley de Identidad de G&eacute;nero, sin patologizaci&oacute;n, a la que ahora se suman el Cupo Laboral y el DNI no binario. Sin embargo, no pierdo la mirada cr&iacute;tica porque es complejo pretender que las travestis se inserten as&iacute; nom&aacute;s en un sistema despu&eacute;s de vivir toda su vida en la anarqu&iacute;a y el ostracismo. Para ello hace falta reconocer la trayectoria vital y sus diferencias. Por otro lado, esta tercera y nueva posici&oacute;n en el DNI es un avance, pero borra las identidades autopercibidas que nos gustar&iacute;a que figuren, porque cada identidad tiene su particularidad, su experiencia, un recorrido y una territorialidad propia. El Estado todav&iacute;a es un cistema [sic] con l&iacute;mites en sus pol&iacute;ticas identitarias y responde a una mirada binaria y sexogen&eacute;rica de la cual parece no poder correrse.&nbsp;

L&#39;O: &iquest;C&oacute;mo llegaste al activismo?

VL: Siempre que me sent&iacute; perdida, me apoy&eacute; en el activismo colectivo para volver a encontrarme. A mis treinta, ven&iacute;a de peque&ntilde;as violencias de pareja que me llevaron a cuestionarme los v&iacute;nculos sexoafectivos pero sin personalizar, victimizarme o sentir enojo. En cambio, lo pensaba como una estructura compleja y colectiva de desigualdades estructurales, pero todav&iacute;a no ten&iacute;a mucho conocimiento, y empec&eacute; a encontrar respuestas en lecturas de tem&aacute;ticas de g&eacute;nero. Le&iacute;a a Nietzsche, a Lohana Berkins y a Marlene Wayar. En una entrevista, Lohana dijo que a ella le hubiese gustado que alguien la amara de forma rom&aacute;ntica, que la quisieran as&iacute;, travesti, y esa premisa me parti&oacute; como un rayo. Entonces, como mi lugar c&oacute;modo es desde la escritura, trato de tener cierta sensibilidad y hablar sobre qu&eacute; nos pasa a nosotras cuando nos enamoramos, con nuestros cuerpos y nuestras genitalidades. No s&eacute; si escribo para cambiar el mundo, pero estoy segura de hacerlo para que otras compa&ntilde;eras no se sientan solas en esos sentimientos de tristeza y angustia, y que sepan que el trabajo sexual no es el &uacute;nico destino posible.&nbsp;

L&#39;O: En el colectivo se habla de las travestis bajo la figura de la sobreviviente. &iquest;De qu&eacute; manera se construye en el amor desde la supervivencia?

VA: Las travestis somos la primera identidad no binaria. Nombrarme as&iacute; tiene que ver, en gran medida, con el reconocimiento hist&oacute;rico al activismo pol&iacute;tico y a las compa&ntilde;eras que dejaron la vida en pos de nuestros derechos. Sostenemos nuestra identidad a pesar del genocidio y nos corremos del lugar de v&iacute;ctimas porque, como v&iacute;ctima, perd&eacute;s margen para la acci&oacute;n pol&iacute;tica; te subjetiva de un modo limitante. Elijo construir en el amor valorando los v&iacute;nculos mucho m&aacute;s, aun cuando puedan ser fr&aacute;giles o se los viva con gran intensidad ante las carencias y el miedo a perderlos. Creo que construir desde la supervivencia tiene que ver con reconocerse disidente, ponderar las diferencias y valorarse desde ah&iacute;.

Corazón violeta

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